A medida que pasan los días desde que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) presentara los datos de la población efectivamente censada, la cual llegó a 17.574.003, más tiempo tienen los expertos para analizar las cifras y comenzar a evaluar qué tan exitoso está siendo este proceso.

Uno de ellos es el que realizó el ex director del INE, Juan Eduardo Coeymans, quien subrayó que uno de los puntos que le llamó es el "aumento de la población y de las viviendas comparando las cantidades entregadas en agosto con las entregadas ahora en diciembre como cifras definitivas". Esto, porque para Coeymans "en un censo de hecho, normalmente ocurre alguna variación positiva de la población, pero muy marginal, no como ahora en que el aumento corresponde a más de 200 mil personas".

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En cuanto a las viviendas dijo que "ocurre una variación marginal, pero de orden negativo, dado que es común que se sumen en algunos formularios de totalización, los hogares en vez de las viviendas. Sin embargo, en este censo la cantidad de viviendas finales contabilizadas, en vez de disminuir en comparación con las viviendas preliminares, aumenta en 143.282 unidades".

En este aspecto, Coeymans subrayó que "si se accede a la información disponible en el INE del Censo de 2002, que es comparable con este Censo tenemos que la población en el proceso de 2002 aumenta marginalmente en 66.094 personas lo que representa menos de medio punto porcentual. En cuanto a las viviendas estas disminuyen en 34.274 unidades lo que se implica una disminución de 0,77%".

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Por esta razón, el ex director enfatizó que "resultan inexplicables los aumentos de población y viviendas informados en estas cifras finales. En beneficio de la transparencia, el INE debiera aclarar estas dudas".

Conciliación censal y tasa de omisión

De acuerdo a varios expertos entre ellos, el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, David Bravo y la ex jefa del Censo 2017, Ninoska Damianovic, la tasa de omisión habría fluctuado entre 4,5% y 5,5%, lo que se traduce en que la población total del país llegaría a un nivel entre 18,3 millones y 18,5 millones. Todo esto se sabrá con certeza una vez que el INE realice el proceso de conciliación censal durante el segundo semestre del próximo año.

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Sobre esta materia, Coeymans indicó que para determinar con mayor exactitud el nivel de omisión de este Censo, lo recomendable era que se realizara una encuesta post censal, ya que "es la mejor forma para estimar la omisión y así, sumando esa estimación a la población efectivamente censada, se puede obtener la mejor estimación de la población". Para el economista, el proceso de conciliación censal, que será el método que usará el INE, es un segundo mejor método, pero menos transparente, tiene más de una solución según expertos, puesto que depende de supuestos, de la estimación de migración internacional, de las estadísticas vitales (natalidad y mortalidad), donde hay serias dudas sobre los registros de fallecidos antes de 1980". Para el economista "otro gran problema es la falta de transparencia con que ha procedido el INE en la entrega de resultados".

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En cuanto a la tasa de omisión, el ex director proyectó en septiembre pasado que la el nivel de omisión de este proceso sería del órden de 5,98%, similar a los cálculos que él hizo para el Censo 2012. "Para mantener o no mantener ese cálculo es necesario que el INE explique con total claridad el desmesurado aumento de población entre la publicación final y preliminar".