La Comisión Europea (CE) impuso hoy una multa de US$486,7 millones a un cartel de empresas de transporte marítimo de vehículos, que incluye a la compañía chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), por incumplir las normas de competencia de la Unión Europea (UE).

El Ejecutivo comunitario también anunció hoy sanciones de US$93,6 millones a proveedores de bujías y de 75 millones a suministradores de sistemas de frenado por formar carteles, de modo que las multas totales comunicadas este miércoles por Bruselas ascienden a US$72,7 millones de dólares.

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Según indicó la CE en un comunicado, todas las firmas reconocieron su implicación y acordaron resolver el caso.

"Las tres decisiones separadas tomadas hoy muestran que no toleraremos conductas contrarias a la competencia que afecten a los consumidores e industrias europeos", declaró la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.

La Comisión concluyó que las empresas de transporte marítimo de vehículos CSAV, 'K' Line, MOL y NYK (japonesas), así como WWL-EUKOR (noruega y sueca) estuvieron involucradas en un cartel para el traslado intercontinental de nuevos automóviles, camiones, cosechadoras y tractores por mar entre Europa y otros continentes durante casi seis años, entre octubre de 2006 y septiembre de 2012.

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Dado que la investigación de Bruselas comenzó con una solicitud de inmunidad de MOL, que reveló la existencia del cártel, la firma nipona evitó una multa de 203 millones de euros.

Sin embargo, WWL- EUKOR tendrá que pagar 207,3 millones de euros, NYK deberá abonar 141,8 millones de euros y 'K' Line, 39,1 millones de euros.

La multa a la Vapores asciende a US$8,6 millones, indicó la Comisión Europea.

En cualquier caso, esas cuatro empresas se beneficiaron de reducciones en las sanciones por colaborar con el Ejecutivo comunitario.

La indagación de Bruselas reveló que para coordinar las prácticas contrarias a la competencia, los gerentes de ventas de las empresas se reunían en sus respectivas oficinas, restaurantes, bares y otros encuentros sociales, además de mantener contacto telefónico de forma regular.

En concreto, coordinaban precios, asignaban clientes e intercambiaban información "sensible" desde el punto de vista de los importes, como los cargos y recargos añadidos a los precios con el objetivo de compensar las fluctuaciones de las divisas o del petróleo.

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Así, las compañías acordaron mantener el "statu quo" en el mercado y respetar los negocios tradicionales de cada una en determinadas rutas o con ciertos clientes.

La CE precisó que la asociación afectó tanto a los importadores europeos de vehículos como a los consumidores finales, pues los automóviles importados se vendían en el Espacio Económico Europeo (EEE).

También se vieron perjudicados los fabricantes europeos de automóviles, pues estos se exportaban fuera del EEE, subrayó el Ejecutivo.

En 2016, en torno a 3,4 millones de vehículos de motor se importaron desde países no comunitarios, mientras que los Veintiocho exportaron más de 6,3 millones de vehículos a estados terceros.

De acuerdo con Bruselas, la mitad de todos esos vehículos fueron transportados por las firmas multadas hoy.

Para recopilar las pesquisas, la CE colaboró con las autoridades australianas, canadienses, japonesas y estadounidenses.

Las sanciones se calcularon a partir de las directrices de la Comisión de 2006 sobre multas.