Tal como se esperaba, en su presentación en el Comité Central del PS el presidente de partido, Álvaro Elizalde, hizo una autocrítica tras la derrota electoral de las presidenciales, apuntando a una "mayoría progresista" como una forma trabajar como oposición al próximo Gobierno.
Elizalde al igual que otros sectores disidentes del partido, asumió que sufrieron una derrota en materia presidencial señalando que "tenemos que decirlo con esas palabras, reconocer que el resultado estuvo lejos de lo que esperábamos y que se ha iniciado un ciclo político distinto en que el conservadurismo va a pretender restaurar muchas inequidades que fueron superadas bajo el actual gobierno".
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Ante este escenario el presidente del PS aseguró que su principal desafío "es articular una mayoría progresista, por los cambios que precisamente nos permitan construir un Chile más justo, y eso implica fomentar un diálogo sincero y constructivo con todos los actores desde el centro progresivo a la izquierda, desde la Democracia Cristiana (DC) al Frente Amplio (FA)".
Junto a esto recalcó que como oposición van a defender el legado de Michelle Bachelet y que van a promover el diálogo con los actores progresistas para construir una alternativa mayoritaria que los ayude a mantener los proyectos impulsados por este gobierno.
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De acuerdo a Elizalde el primer factor que determinó la derrota electoral "tiene relación con la forma en la cual explicamos muchas veces las transformaciones que estábamos impulsando y con una falsa imagen que se generó de parte de algunos sectores conservadores de que esto era una amenaza para los sectores medios cuando era todo lo contrario".
Por último, el segundo factor en cambio apunta a un "deterioro y muchas veces la forma de convivencia dentro de la coalición que no nos permitió arribar a un mecanismo para tener una candidatura común y particularmente para organizar una primaria" reconoció.
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