A partir del 22 de octubre, cualquier particular que genere energía de forma propia, podrá inyectar el excedente a las grandes distribuidoras eléctricas. Parece simple, pero este proceso tiene  varios requisitos técnicos, de seguridad y certificaciones que, tanto usuarios como empresas de energía, ya están ajustando.

Este hito, da la partida a la vigencia de la Ley 20.571, conocida también como “Ley de net metering”, a la cual sólo le faltaba la aprobación del reglamento de parte de Contraloría para su funcionamiento. El objetivo de la norma es estimular el uso de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), en rangos que no superen los 100 KW, de tal forma que los generadores particulares puedan cobrar por el suministro excedente, el cual será devuelto a las distribuidoras.

Si bien a primera vista, la energía fotovoltaica (solar) es la más atractiva para formar parte de este nuevo entorno, Christian Santana, jefe de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía, explica que el reglamento podría incentivar otro tipo de implementaciones a nivel particular, pequeñas empresas y agrupaciones. “Si hiciéramos un ranking, claramente la solar es la más factible, pero luego viene la energía de micro hidroeléctricas y el biogás, como las más relevantes. A diferencia de lo que se piensa, la eólica aún es bastante cara y necesita de varios requisitos, como para que un particular pueda instalarla fácilmente”, dice Santana.

La pregunta es ¿cómo se está preparando el Gobierno, las grandes distribuidoras y los fabricantes de tecnologías orientadas a las ERNC con la llegada del net metering?

Instalación y Fiscalización

La Ley y el reglamento no funcionan solos. Existen varios entes involucrados, como la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), quienes definen un conjunto de protocolos y exigencias que deben tener tanto las grandes generadoras, como los particulares que deseen inyectar electricidad al sistema.

Por eso no basta con instalar paneles fotovoltaicos y conectarse al empalme de, por ejemplo, Chilectra (en el caso de Santiago). Primero, el particular debe -aparte de los paneles-  tener un equipo que convierta la energía solar en eléctrica. Luego, implementar un “inversor” con la capacidad de inyectar el excedente a la red, además del clásico “tablero” de distribución, con los circuitos diferenciales. Por último, necesitará  un “medidor bidireccional”, que se encarga de registrar tanto los consumos de energía, como la inyección desde la vivienda a la red.

“Para todo esto, se necesita que la tecnología cumpla los estándares necesarios de seguridad y que el personal que la instale esté certificado. Esto es clave, porque algo mal implementado puede dejar si energía a un sector o bien, crear accidentes eléctricos”, comenta Valentina Barros, product manager en ERNC de Chilectra, y agrega: “No podemos aceptar instalaciones que no estén bajo la norma”.

Y aquí es donde entran las autoridades. Principalmente en el tema de fiscalización. “Tenemos que asegurarnos que los instaladores de este tipo de equipos, así como todos sus elementos, estén certificados y que cumplan los protocolos. Sin embargo,  algo fundamental será el de la fiscalización. Para ello tenemos planeado tener personal exclusivo orientado a las ERNC y net metering, que estarán listos antes de fines de octubre. Además, de un sistema para resolver las divergencias que se puedan dar entre los usuarios y las empresas distribuidoras”, apunta Santana, del ministerio de Energía.

Negocio y financiamiento

Pero quizá uno de los temas más importantes es que se van a abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio, tanto para las distribuidoras, como para todo el entorno empresarial dedicado a las ERNC. Sin ir más lejos, el Gobierno anunció el mes pasado que el 75,6% de la energía adicional por 4.979 MW que se sumará al Sistema Interconectado Central (SIC) entre 2018 y 2030, estará basada en ERNC. Y claramente la Ley de net metering ayudará a esta tendencia.

Por ejemplo, en Chilectra capacitaron a varios operadores de contact center, para todas las consultas que comenzarán a llegar antes y después del 22 de octubre. Además, ya se definieron tres centros de atención que tendrán personal especializado (Alameda 989, Pedro Aguirre Cerda 9088 y Providencia 1744). “Una de nuestras prioridades es mantener la seguridad de las instalaciones, por eso ya tenemos toda la infraestructura para responden las inquietudes”, señala Barros, de Chilectra.

Incluso, en la distribuidora tienen planificado comenzar a ofrecer servicios de implementación de equipamiento para la nueva ley. Algo así como los que ya posee en áreas de calefacción y aire acondicionado, por ejemplo.

Por su parte, el Gobierno también está preparando una estrategia, basada principalmente en un sistema de financiamiento a particulares que quieran instalar sistemas de ERNC, para luego inyectar el excedente al sistema. Justamente, según indica Santana, la idea es crear modelos de financiamiento y no de subsidio, para que no ocurra lo sucedido por ejemplo en España, donde producto de la crisis económica, el gobierno del país europeo no pudo seguir subsidiando los planes de implementación de ERNC a nivel domiciliario.

“Hay sectores del país donde este tipo de financiamiento va a ser clave, como por ejemplo en el Norte Chico, donde hay mucha radiación solar y llevar la energía del SIC es más costoso”, dice el jefe de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía. Paralelamente, el gobierno  está desarrollando un programa denominado como “Techos solares públicos”, para implementar paneles en edificios públicos, para generar más demanda y levantar información.

Gabriel Neumeyer, director de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol), comenta que el gran cambio de esta ley es que “por primera vez en Chile, un particular que no está enfocado al rubro de generación eléctrica, puede participar en este nuevo mundo. Antes, si yo quería generar electricidad e inyectarla al sistema, tenía que crear una empresa, con todo lo que eso implica. Hoy ya no es necesario”.

El dirigente gremial lo compara con la evolución de la televisión e internet. “Antes, las personas podían ver los videos y contenidos audiovisuales que generaban los canales o empresas especializadas. Hoy, cualquier persona puede hacer sus videos, subirlos a internet y distribuirlos por las redes sociales”.