En la medida que avanzan las tecnologías, las nuevas generaciones de redes serán capaces de manejar enormes volúmenes de datos, conectando a innumerables dispositivos y reduciendo la latencia para proporcionar nuevos niveles de confiabilidad.
En este sentido, 5G será un gran avance ya que permitirá comunicaciones de mucho mejor calidad para los conductores de autos, abriendo el abanico de soluciones móviles conectadas. Además, habrá más seguridad y abundancia de información.
Esta semana se acaba de crear a nivel mundial la Asociación Automovilística 5G, integrada por empresas como Audi, BMW, Daimler, Ericsson, Huawei, Intel, Nokia y Qualcomm. El objetivo es impulsar, promover y testear las soluciones de comunicación 5G para lo que se denomina como “movilidad conectada”.
Un estudio de Gartner indicó que este año se venderán 12,4 millones de automóviles bajo este concepto en el mundo y para 2020, la cifra superará las 60 millones de unidades.
Según indican en 5G Americas, entidad que reúne a las compañías relacionadas a las telecomunicaciones móviles en el continente, lo que está ocurriendo es que con la próxima generación de redes móviles 5G y la continua evolución de LTE (que incluye comunicación Cellular Vehicle-to-everything, C-V2X), el foco de las tecnologías de la información avanza hacia la Internet de las Cosas (IoT) y la digitalización de las industrias. “IoT tendrá un fuerte impacto. En todas partes habrá una abundancia de dispositivos y sensores”, comenta José Otero, director de 5G Americas para América Latina y el Caribe.
La Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) espera que IoT integre en gran medida las tecnologías más importantes, tales como la comunicación avanzada de máquina a máquina (M2M), las redes autónomas, data mining y la toma de decisiones, junto con la protección de la intimidad y cloud computing con tecnologías avanzadas de sensores.
“Muchos de los electrodomésticos y la gran mayoría de los autos nuevos que se vendan en los próximos años tendrán la capacidad de conectarse a Internet”, dice Otero, y agrega: “La explosión de conexiones de IoT no se verá en los famosos hogares conectados, sino que en el incremento de aparatos de uso cotidiano que tendrán la capacidad de conectarse”.