Un nombramiento inesperado que generó roces al interior de Clínica Las Condes (CLC), fue el de Jaime Mañalich como nuevo gerente general.
Su llegada viene a cerrar uno de los años más complejos de la clínica. En enero debieron reconocer al mercado que arrastraban un error contable por más de $10 mil millones, y sus ejecutivos tuvieron que declarar ante la Brigada de Delitos Económicos de la PDI por una investigación que inició la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente. En el marco de la misma crisis renunció uno de sus directores, Alejandro Quintana, lo que derivó en la renovación obligada de la mesa, en la salida de la presidencia de Fernando Cañas -aunque sigue en la mesa- y en la llegada de un viejo conocido para CLC: Andrés Navarro, quien vino a calmar la compleja relación entre los médicos y la administración de la compañía que buscaba reducir los beneficios que mantenía el cuerpo médico.
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Con la llegada del fundador de Sonda, que ya había presidido la entidad entre abril de 2011 y noviembre de 2012, se esperaba que las aguas se calmaran. Sin embargo, había un cambio más por hacer: el 28 de julio, el directorio le pidió la renuncia al gerente general, Gonzalo Grebe.
Tras la salida del ejecutivo, la mesa decidió nombrar en su reemplazo a Pablo Yarmuch, quien hasta esa fecha se desempeñaba como gerente comercial. Eso sí, se mantenía como interino y continuaba con sus funciones en dicha área, aunque de todas maneras, según comentan fuentes cercanas, se esperaba su ratificación antes del término del año. No obstante, eso se vio truncado el pasado 26 de octubre.
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"Ha sido designado por el Directorio de Clínica Las Condes S.A. en el cargo de gerente general de dicha sociedad, don Jaime Mañalich Muxi", informó ese día CLC a través de un hecho esencial. La noticia no sólo sorprendió al mercado, sino que a los trabajadores de la clínica. Según comentan, Navarro no había informado a nadie que quería poner al ex ministro de Salud del gobierno de Sebastián Piñera en el cargo. Incluso, agregan, Yarmuch se habría enterado minutos antes de que publicaran el hecho esencial.
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¿Cómo volvió el ex director médico a los pasillos de CLC?
Fuentes que conocen de la negociación previa comentan que Navarro no tenía definido si Yarmuch sería ratificado en el cargo, pese a que al interior de la clínica las expectativas apuntaban a ello.
Sin embargo, unos días antes del directorio de fin de mes, Navarro y Mañalich se encontraron, instancia en la que el presidente de la Clínica supo que el jefe del departamento de Salud Pública de la facultad de medicina de la Universidad de Los Andes estaba disponible para volver a CLC, por lo que decidió postularlo ante la mesa.
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Navarro iba confiado con su propuesta, ya que según dicen, a su parecer lo razonable era que los directores ratificaran la decisión del presidente. Pero no todos estaban de acuerdo con su propuesta: obtuvo cuatro votos a favor y cuatro en contra. Quienes rechazaron la postura de Navarro habrían argumentado que no es razonable nombrar a un médico como gerente general, pero aludiendo al modelo del hospital de Cleveland, en Estados Unidos, que también tiene a un médico en el cargo, Navarro justificó la designación.
El noveno director, Fernando Cañas, no estaba presente en esa reunión, por tanto la resolución vino de parte del voto dirimente del propio presidente.
Para Navarro, el nuevo gerente general contaría con una serie de atributos: decisión, liderazgo, además de que conoce la clínica y a los médicos.
Precisamente con los médicos es con quienes Mañalich ha tenido conflictos. Al interior del equipo hay dos grupos en lo referente al nuevo gerente general: uno coincide con la postura de Navarro y apunta a la capacidad de administración que mostró en su anterior paso por la clínica y donde, además, destacan su carácter de hombre político.
Pero es, de hecho, su anterior paso por CLC lo que complica a otros médicos. Mañalich tendría la postura de que ellos no deben ser accionistas de la clínica, planteamiento que ha generado una de las grandes disputas con la administración. "En su anterior paso por la clínica, los médicos dejaron de ser los administradores de CLC", comenta una fuente que conoce la realidad al interior del centro de salud.
Con todo, Mañalich deberá continuar con un proceso de ajustes al interior de la clínica, los que han sido impulsados desde el año pasado, según reveló en la memoria anual de 2016 el entonces presidente, Fernando Cañas: "Clínica Las Condes y su cuerpo médico realizaron un importante esfuerzo, durante el año 2016, para aumentar la oferta médica ambulatoria electiva y mejorar la competitividad".
Todo, en línea de mejorar los resultados de la clínica, los que fueron afectados por el error contable y un escenario de desaceleración en la industria que ha impactado principalmente las áreas de urgencia. Al cierre del primer semestre, CLC anotó pérdidas por $4.621 millones, muy distante de la ganancia de $2.501 millones de doce meses antes.
Consultada al respecto, CLC declinó referirse a la materia.