En 2012, seis instituciones (tres empresas y tres entidades no gubernamentales), lideradas por Acción, firmaron un compromiso con los menores de edad en Chile.

Crearon la Red contra el Trabajo Infantil, cuyo objetivo es coordinar y desarrollar acciones para contribuir con la prevención y erradicación de este problema. Incluso, Fundación Telefónica, tiene un programa especial al respecto: “Proniño”.

Ésta es una de las tantas iniciativas que son el pilar de la acción social corporativa de muchas firmas: ayudar a niños, jóvenes y adolescentes vulnerables o en riesgo social. A diferencia de la ayuda a personas discapacitadas o con ciertas limitaciones físicas por accidentes, este tipo de proyectos se basa principalmente en lo que sucede en sectores con problemas económicos. En este ambiente, se crean muchas veces familias disfuncionales, problemas de drogadicción, violencia, abuso de menores o simplemente la incapacidad de acceder a ciertas oportunidades.

Existen a la vez muchas fundaciones e instituciones de ayuda en este ámbito. Incluso a nivel público, el Sename  posee una serie de brazos operativos en las Oficinas de Protección de Derechos (OPD), en varias comunas del país.

No es necesario buscar mucho, sólo basta con tocar algunas puertas y listo. Y muchas empresas ya lo vienen haciendo hace años.

Natura, lleva un buen tiempo realizando actividades de este tipo, como la que posee en conjunto con Fundación Origen, denominada como Programa de Educación Sustentable. La idea es mejorar la calidad y equidad en los centros educativos más vulnerables del país a través de la capacitación de profesores en habilidades y herramientas pedagógicas innovadoras.

Durante 2013, más de 17.600 estudiantes de todas las regiones se beneficiaron con este proyecto, logrando entusiasmar a 73 directores y profesores de los establecimientos

El programa tiene una duración de dos años e incluye dos etapas: modalidad presencial, con capacitaciones bajo régimen de internado y la modalidad a distancia, a través de una plataforma e-learning. Implica una inversión de casi $850 millones en cinco años y es financiada 100% de la recaudación obtenida con la venta de los productos de la línea no cosmética Creer para Ver, que sólo en 2013 recaudó $180.512.999.

Deporte y Vida saludable

Los programas hacia niños, adolescentes y jóvenes pueden ser de tantos tipos como la imaginación quiera, pero muchas compañías han apostado por programas que fomenten la vida sana. Un caso es “Oye Juguemos” organizado por la Fundación Coca-Cola. El objetivo es estimular la práctica deportiva y motivar los cambios de hábitos. Actualmente está en su tercer año e incluye a 17 escuelas de Renca, Cerro Navia, Estación Central, San Bernardo, Colina y Antofagasta. Durante 2013, la iniciativa logró congregar a alrededor de 10 mil niños de enseñanza básica. Para este año, la empresa espera aumentar en 1.000 menores dicha cifra.

Pero como lo fundamental es ver qué opinan los propios beneficiarios, la Fundación Coca-Cola realizó una encuesta a las autoridades de los establecimientos. Un 95% está de acuerdo con la implementación del programa y el 80%  ha visto cambios positivos en los alumnos como mejor conducta, respeto por los compañeros y menos violencia.

Unilever por su parte, posee desde 2007 el programa educativo “Sembrando Vitalidad en la Infancia”, organizado junto a Fundación Integra y Unicef. El foco también es incentivar los hábitos de vida saludable, especialmente de vida activa, en los niños que asisten a los 1.000 jardines infantiles pertenecientes  a dicha fundación.

Durante el año pasado, se capacitaron a 180 educadoras y se trabajó con material educativo en más de 13 mil hogares. Para este año, Unilever entregará, entre varios materiales, 2.300 kits de vida activa con pelotas y dípticos con ideas simples y fáciles para fomentar la vida activa en el hogar.

Involucramiento

Otras iniciativas incluso, tienen el objetivo de que los jóvenes se involucren en la actividad misma de las empresas benefactoras, así como que los funcionaros entiendan también la importancia de la acción social. Es el caso de Santander, que tiene una alianza de más de diez años con Fundación Belén Educa, para apoyar a la red de colegios de esta institución no sólo económicamente, sino también con becas y tutorías a alumnos destacados.

“Por ejemplo, todos los años entre diciembre y enero, un grupo de jóvenes becados realiza su práctica laboral en el banco en diversas áreas. Incluso, está el caso de una joven de los colegios de Belén Educa, que mediante una destacada superación, estudió en la universidad y actualmente trabaja en nuestra empresa”, comenta María Cristina Marcet, gerente Sostenibilidad de Santander.

Microsoft por su parte, también tiene un programa de tutorías con Fundación Belén Educa. Los empleados de la gigante del software orientan a los jóvenes de cuarto medio, alentando a quienes estén interesados en el área tecnológica.

Esta iniciativa es parte de los paraguas Citizenship y National Plan, las áreas que Microsoft tiene a nivel internacional en este aspecto. Mal que mal, el mismo fundador de esta compañía, Bill Gates, tiene una de las fundaciones de filantropía más famosas en el mundo junto a su esposa Melinda.