El surgimiento de las llamadas empresas superestrella, con grandes participaciones en las ventas de una industria, ha gatillado un intenso debate en el mundo sobre los efectos de la mayor concentración de mercado en la libre competencia. En el caso de EEUU, la evidencia indica que en las últimas dos décadas más del 75% de las industrias ha experimentado un aumento significativo en sus niveles de concentración.
¿Es esta mayor concentración el resultado de innovación tecnológica y, por lo tanto, refleja el surgimiento de empresas más productivas? ¿O esta mayor concentración es el resultado de tensiones anticompetitivas como, por ejemplo, la capacidad de bloquear la entrada de nuevos actores? Son preguntas que surgen en este debate. Ahora bien, si la mayor concentración se traduce en poder efectivo para impedir la competencia, el resultado final será un menor crecimiento económico, menos emprendimiento, menos innovación y mayor desigualdad.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Es, por lo tanto, crucial entender los factores detrás de esta tendencia. Desde la política pública, dos dimensiones han recibido atención: la evaluación de los criterios que se han utilizado históricamente en la aprobación de operaciones de concentración y el papel que la regulación de distintas industrias está jugando para promover la competencia.
Es oportuno notar que la reforma al sistema de libre competencia en Chile, aprobada en 2016, perfeccionó de manera sustantiva el control de operaciones de concentración y le otorgó a la Fiscalía Nacional Económica una nueva facultad para estudiar la evolución competitiva de los mercados, los estudios de mercado. En materia de operaciones de concentración, la nueva ley estableció la obligación de notificar a la FNE aquellas transacciones en que los agentes que se concentran hayan tenido ventas que superen un determinado umbral. Lo anterior permite una supervisión preventiva de potenciales riesgos anticompetitivos.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
A la fecha cerca de 30 notificaciones de operaciones de concentración en variados sectores han sido revisadas por la FNE. Es claro que la acumulación de conocimiento asociada a esta herramienta puede ser un gran activo para la labor de la FNE. Los estudios de mercado se realizan cuando existen motivos para estimar que un mercado no está funcionando adecuadamente, pero no existe sospecha que dicha situación se deba a un ilícito anticompetitivo.
En su primer estudio de mercado, la FNE realizó una serie de recomendaciones de carácter regulatorio y legal al Ejecutivo para mejorar el funcionamiento del mercado de las rentas vitalicias. En su estudio, la FNE señala que si las personas hubieran elegido la pensión con el mejor precio, sus pensiones hubiesen mejorado en promedio 3,5%, lo que equivale en el agregado a US$99 millones al año.
[ze_adv position="adv_300x250-B" ]
La FNE ha anunciado dos nuevos estudios de mercado en áreas de significativa importancia: notarios y mercado de medicamentos. Las recomendaciones de estos y futuros estudios se pueden transformar en una fuente clave para la implementación de políticas públicas que estimulen la productividad y favorezcan a los consumidores. La autoridad tiene la oportunidad de potenciar esta institucionalidad aumentando en el tiempo los recursos para el desarrollo de estos estudios y respondiendo dentro de plazos adecuados y de forma transparente a las recomendaciones que de ellos emanen.
[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]