Más de 40.000 hectáreas de bosques se han quemado, según estimaciones de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) basadas en sus empresas asociadas, a raíz de los incendios forestales que han afectado en los últimos días a las regiones de O’Higgins, el Maule y Biobío. Esta cifra corresponde a 12.000 hectáreas dañadas más que su estimación anterior.
El organismo señaló a través de un comunicado que todavía no es posible determinar el daño económico que ha significado el incendio –que sigue activo en varios focos en la zona centro-sur–, dado que el siniestro ha destruido bosques en distintas etapas de crecimiento y manejo silvícola, además de generar pérdidas en las aristas de infraestructura e instalación.
Estos incendios afectan a las pequeñas y medianas empresas, destaca Corma, señalando que en Chile existen 2,4 millones de hectáreas de plantaciones, de las cuales un 33% pertenecen a 22.744 pequeños propietarios.
Esta industria –en la que interactúan 10.000 compañías, desde micropymes hasta grandes empresas– genera empleos indirectos para cerca de 300 mil personas.
Las firmas del gremio forestal señalaron que tienen desplegados sus recursos para combatir los siniestros. Estos recursos, comentó Corma, corresponden a 2.440 trabajadores dedicados a los incendios forestales, 215 torres de observación para la detección de focos de fuego y brigadas de combate de incendios, todo coordinado a través de nueve centrales de operación.
Sobre el impacto ambiental que la seguidilla de incendios que arrasa la zona, la Corporación advirtió sobre la pérdida del beneficio de captura de emisiones de carbono, dado que las plantaciones forestales son “muy eficientes” para esta tarea y capturan alrededor del 20% de las emisiones anuales del país.