Una corte alemana se mostró el martes a favor de permitir a las principales ciudades prohibir la circulación de los autos diésel más contaminantes, una medida que podría replicarse en otras partes de Europa y que probablemente forzará a los fabricantes a afrontar costosas modificaciones.
Ha habido una rechazo global contra los vehículos con motor diésel desde que Volkswagen admitió en 2015 que trucaba las pruebas de gases en Estados Unidos, destinadas a limitar las emisiones de partículas y de óxido de nitrógeno (NOx), causantes de enfermedades respiratorias.
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Mientras que otros países también están considerando restricciones sobre los vehículos diésel, prohibirlos en la cuna de los autos modernos es un duro golpe para la industria del automóvil y un bochorno para el Gobierno de la canciller Angela Merkel.
El Gobierno de Merkel, que ha sido criticado por sus estrechos vínculos con la industria automovilística, había presionado contra una prohibición, por temor a que pudiera enfadar a millones de conductores y perturbar el tráfico.
El fallo del tribunal administrativo federal más importante del país se produjo después de que estados alemanes apelaran contra las prohibiciones impuestas por cortes locales en Stuttgart y Düsseldorf en casos presentados por el grupo ambiental DUH por la mala calidad del aire.
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El tribunal rechazó el martes las apelaciones de los gobiernos estatales y ordenó a Stuttgart y a Düsseldorf corregir sus planes contra la contaminación, diciendo que las prohibiciones municipales pueden implementarse incluso sin normativas nacionales.
"Este es un gran día para aire limpio en Alemania", dijo el director gerente de DUH, Juergen Resch.
Pero la sentencia también puede tener repercusiones fuera del país. París, Madrid, Ciudad de México y Atenas ya han dicho que quieren prohibir los vehículos diésel del centro de las ciudades en 2025, mientras que el alcalde de Copenhage quiere hacerlo tan pronto como el año que viene.
Las ventas de autos diésel llevan descendiendo en Europa desde el escándalo Volkswagen y el temor a las prohibiciones provocó que se desplomasen en Alemania en el último año.