El aumento de la cotización previsional que se está proponiendo por las autoridades puede tener impactos contraproducentes, dependiendo de la fórmula que se aplique. Esto porque la iniciativa es elevar, a cargo del empleador, en cinco puntos porcentuales la cotización para las pensiones, con el objetivo de crear un fondo colectivo solidario con el que se financien mejorías en las pensiones de hoy y mañana.
Según lo manifestado por la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, la totalidad de esa recaudación es para crear este nuevo pilar. Sin embargo, otras autoridades han manifestado estar abiertas para recibir propuestas sobre si es mejor que un porcentaje se dirija hacia el fondo de capitalización individual y el resto al fondo colectivo.
Es importante recalcar que la mejor opción es la de destinar todos los recursos extras a la cuenta individual de los afiliados. Destinar la totalidad o algún porcentaje de los cinco puntos a un fondo colectivo se convierte en un impuesto al trabajo, es un incentivo perverso que genera una serie de inconvenientes al mercado laboral que redundarán en un mayor costo laboral, y en un fomento a la informalidad laboral. Nada de ello ayuda al objetivo deseado de elevar, de manera sustentable, las pensiones. Resulta más conveniente buscar otras alternativas de financiamiento antes que afectar al mercado del trabajo.