¿Podría el mundo estar enfrentando el "peak del salmón"? La fuerte demanda y una desaceleración de la producción han hecho subir los precios a su récord, mejorándoles la vida a las salmoneras.

Los precios de exportación de Noruega, el líder mundial en producción de salmón llegó a más de NKr50 (US$8) por kilo el año pasado por problemas de oferta.

La preocupación por el consumo del salmón -semejante a la teoría en los círculos petroleros de un récord de ventas antes de caer bruscamente por las reservas limitadas- ha estado presente por años, pero ahora se podría volver una realidad para el salmón. "El alza en los precios está impulsada por un miedo a la falta de oferta", dice Piotr Wingaard de FishPool, que comercia contratos futuros de salmón. "Es muy difícil ver volúmenes sustanciales en el futuro".

La demanda por salmón ha subido tanto en países en desarrollo como en EEUU y Europa. Algunos expertos de la industria y conservacionistas advierten que el sector del salmón de criadero, responsable de dos tercios del salmón consumido en el mundo, está alcanzando su límite de capacidad.

Los problemas que enfrenta la industria incluyen una disponibilidad decreciente de los peces usados como alimento, restricciones geográficas en el cultivo del salmón, enfermedades y complicaciones ambientales.

Uno de los frenos en la producción es la accesibilidad al aceite de pescado. El salmón de criadero es alimentado, entre otras cosas, con harina y aceite de pescado. Aunque las compañías de alimentos han reducido el contenido de harina de pescado al 15% de los pellets, aún tienen que reemplazar el aceite de pescado. Y es este aceite, producido principalmente de peces silvestres de Latinoamérica, el que es la fuente de Omega-3.

"Un aumento de peces silvestres en el océano significa un aumento de salmones", dice Andy Sharpless de Oceana, una organización de conservación marina.

Un crecimiento en el cultivo también está limitado porque la producción rentable solo es posible en unos cuantos países. El salmón se cultiva en aguas limpias y frías, con corriente constante y costas protegidas, como los fiordos de Noruega o los lagos de Escocia.

La capacidad de producción de cada área está limitada por la amenaza de la enfermedad y del daño ambiental. Y los nuevos sitios son cada vez más difíciles de lanzar debido a la oposición local, la competencia de otras industrias como el turismo, y preocupaciones sobre el efecto ecológico de los criaderos, como la contaminación o la plaga de los piojos de mar.

La mayoría de los países regulan el número de criaderos y licencias ofrecidas. Noruega, responsable de algo más de la mitad de la producción mundial de salmones de criaderos, no ha extendido licencias desde 2009.

La capacidad de producción en la acuicultura probablemente estará en la agenda esta semana a medida que funcionarios de gobierno, importadores y exportadores líderes y ONG se reúnen en Bergen, Noruega, para la bienal del comercio pesquero de la FAO.

Se espera que 2014 sea el año en el que el consumo del pescado de criadero sobrepase el de las variedades silvestres. Por esto, también discutirán desarrollos que ayudarán a evitar alcanzar los límites de producción.

Tal como nuevos métodos permitieron a las petroleras acceder a fuentes de crudo antes inaccesibles, los expertos esperan que nuevos desarrollos en las pesqueras aumenten la producción.

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