Un creciente interés de los inversionistas por distintos tipos de fondos, en busca de diversificar portafolios, ha sido el viento de cola de un segmento particular de fondos de inversión pasiva: los ETF temáticos.

En los últimos años, este tipo de instrumentos ha crecido por sobre la industria en general en términos de activos administrados (AUM, por sus siglas en inglés). Según cifras de la consultora especializada ETFGI, al cierre de 2016, los 564 ETF temáticos –cuyos portafolios están construidos en torno a una temática, como la inteligencia artificial o las redes sociales, por ejemplo– registrados tenían US$78.014 millones en su haber.

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Para 2017, esa cifra había aumentado a 679 vehículos y US$114.448 millones, lo que representa un crecimiento de 46,7%.

Y la tendencia se ha mantenido en lo que va del año. Al cierre del primer trimestre, el número de fondos de administración pasiva llegaba a 767 y sus AUM sumaban US$123.530 millones, un 58,3% más del monto de 2016.

En ese mismo periodo, la industria de ETF a nivel global ha aumentado sus activos de US$3.397 billones (millones de millones) a US$4.746 billones, lo que representa un crecimiento de 39,7%.

El crecimiento que ha visto este rincón particular de la industria de vehículos que cotizan en bolsa está en que ofrecen una alternativa atractiva para que los inversionistas globales complementen sus portafolios de renta variable, dijo Luis Berruga, presidente y CIO de Global X, en entrevista con PULSO.

Pese a que en Latinoamérica la penetración de este tipo de productos no se compara con la escala de mercado más grandes, los números de ETFGI apuntan a que los ETF temáticos en la región también están ganando terreno.

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En 2016 había sólo ocho de estos fondos en el vecindario, con US$39 millones, pero un año después ya se contaban 24 vehículos, con US$44,5 millones en AUM. A marzo, son 28 los vehículos, con casi US$48 millones en activos.