La dinámica de las tasas internacionales durante los últimos trimestres ha sido alcista, sobre todo en EEUU. Lo anterior respondería a que si bien existen riesgos sobre la actividad global (por ej. incremento en el proteccionismo), estos se han moderado, especialmente si vemos cómo han evolucionado los últimos antecedentes asociados a la negociación del Nafta.

En cuanto al frente local, el panorama se observa más auspicioso en vista de una mejora en la confianza de los agentes y revisiones al alza en el crecimiento del PIB por parte del mercado. Sin embargo, las tasas locales han mostrado un retroceso en relación a los valores observados a comienzos de año. A nuestro parecer, creemos que un factor es la relevante escasez de emisiones de instrumentos de deuda por parte de las empresas y del Estado, en donde este último recién podría comenzar a colocar instrumentos de deuda en el mercado local hacia fines del semestre en curso. Por otro lado, la demanda por instrumentos de renta fija por parte de inversionistas institucionales como AFP no ha dado señales claras de moderación, en vista de la rotación de cotizantes de fondos de renta variable hacia fondos de renta fija producto de la volatilidad observada en las bolsas a comienzos de año. Finalmente, las últimas cifras de inflación de marzo han llevado al mercado a suponer una mantención prolongada de la TPM por parte del Banco Central de Chile.

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De este modo, ¿es posible que se mantenga dicho comportamiento en las tasas locales durante los próximos meses? Nuestras perspectivas señalan que la actividad daría cuenta de un crecimiento de 3,7% en el 2018, explicado por un repunte de la inversión. Así, una inversión más dinámica requerirá en cierta medida financiamiento para su realización, el cual podría ser mediante bonos corporativos. Asimismo, un crecimiento más robusto podría derivar en una mayor exposición a riesgo por parte de agentes locales, lo que generaría presión en las tasas debido a un rebalanceo en el portafolio de inversionistas institucionales. Finalmente, no es descartable que el Banco Central comience a subir la TPM a fines de año si la inflación entrega señales de mayor dinamismo.

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Con todo, entendemos que aún es pronto para esperar un despegue en las tasas locales, pero los factores de riesgo nos llevan a suponer que es posible prever tasas más altas en un horizonte de mediano plazo.

*El autor es economista jefe de BICE Inversiones.