Resonaban los himnos de Cuba y Venezuela el 13 de diciembre de 1994 en el aula magna de la Universidad de La Habana, donde estudiantes recibieron cátedra de Hugo Chávez y de la insurgencia que buscaba emprender desde Caracas y extenderla a toda América Latina.
La primera visita del comandante bolivariano a la isla, que comenzó como una invitación como conferencista, terminó con el profundo reconocimiento y admiración por parte de Fidel Castro, en el marco de la vocación de lucha y proyecto de ambos comandantes. "Podemos decir que es acreedor de este y muchos otros honores", decía el difunto líder cubano.
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Según el politólogo y doctor en Relaciones Internacionales, Carlos Romero, "poco a poco se fueron estableciendo una serie de relaciones que pasaron al tema personal y a partir de la victoria de Chávez en 1999 se profundizó el vínculo entre ambos países".
A fines de los '50 y luego de la caída del campo socialista, Cuba sufrió la que sería su peor crisis desde el triunfo revolucionario. "Chávez representó para Cuba un renacimiento", dice Rolf Niederstrasser, analista para el Council on Hemispheric Affairs (COHA) en Washington DC.
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En aquella época, el PIB cubano cayó 38% y el desarrollo económico, desde el comienzo del llamado "período especial", no se recuperó hasta después de 15 años. Luego, el congreso norteamericano aprobó la "Ley de Helms Burton," que como parte esencial reforzaba el embargo a Cuba.
"Con Chávez como aliado, La Habana logra fortalecer lazos ideológicos y alianzas económicas y esquivar las duras sanciones del embargo", señala Niederstrasser.
Más tarde, Castro y Chávez firmaron el "Acuerdo de Cooperación Integral" (2000), unión que trascendió al socialismo y al petróleo.
En un principio La Habana suministraba a Caracas profesionales de la salud y la educación, mientras que el segundo exportaba crudo a la isla. Después, el intercambio se amplió al deporte, cultura, agricultura, entre otras cosas.
El gobierno cubano llegó a recibir tal cantidad de barriles diarios, que el excedente de esos barriles lo vendía a precio de mercados internacionales. "Resultaba un fuerte negocio no sólo en consumo a bajos precios, sino también la exportación a precios altos", comenta Luis Carlos Battista, politólogo afiliado al Diálogo Interamericano y Máster en Leyes por Georgetown University.
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"Con el nacimiento de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), fundada por Venezuela, Cuba y Bolivia un par de años después, el proyecto se expandió a la región y prosperó con la idea de la integración y la cooperación", comenta Niederstrasser.
La trascendencia
Sin duda alguna el proceso de deshielo entre La Habana y EEUU en 2015, fue un desestabilizador en el lazo histórico con Caracas. No sólo porque Cuba se abrió a los mercados financieros mundiales, lo que le permitió reestructurar cerca de US$50 millones en deuda antigua con China, Japón, Rusia y el Club de París, sino que el modelo de internalismo no estaba funcionado.
"Los venezolanos se vieron bastante sorprendidos de lo que fue un acto soberano de Cuba", dice Battista, agregando que "públicamente Cuba siempre había tenido la postura de la revolución y el internalismo, pero estuvo negociando secretamente con EEUU y a pesar de que Raúl había dado indicios, los venezolanos nunca fueron informados. Pero cuando se anunció, la crisis venezolana ya estaba siendo crítica".
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La dependencia del mercado venezolano a los ingresos derivados del petróleo, lo llevó a sufrir las consecuencias de la caída de los precios de la materia prima. "Las exportaciones hacia Cuba cayeron a US$1.600 millones en 2016, en comparación con US$2.800 millones en 2015 y US$5.100 millones antes de que la crisis comenzara en 2013", comenta Niederstrasser, acotando que independiente de los números menores, el compromiso de abastecer La Habana no desaparecía.
Un ejemplo simbólico fue la visita del 8 de agosto de este año de Nicolás Maduro a la isla, quien acompañado de Raúl Castro visitó la tumba de Fidel, afirmando que los lazos entre ambos países siguen intactos.
"La alianza política, militar y económica entre ambos curiosamente se ha profundizado a partir de la caída de los precios del petróleo", dice Romero.
Lamentablemente para Battista, en la historia de Cuba siempre ha habido ayuda extranjera. "Ahora resulta ser China, que es el principal socio comercial de Cuba. Al fallar toda la economía venezolana, la política exterior de la isla la llevó a buscar nuevos acuerdos, donde también ha firmado con Rusia", dice el experto, concluyendo que esto demuestra que el apoyo que se recibía de parte de Venezuela no es el mismo que de antaño.