Durante casi seis años y en dos campañas presidenciales, Dan Restrepo fue el principal asesor del presidente estadounidense, Barack Obama, para Latinoamérica. En 2009, pasó a la historia por ser la primera persona en dirigir una conferencia de prensa en español en la Casa Blanca. Ese mismo año, Restrepo participó de la reunión bilateral que realizó Obama con la entonces presidenta -y hoy mandataria electa- Michelle Bachelet. "La imagen de Bachelet a nivel internacional es positiva", asegura desde Washington, donde hoy está a cargo de los temas latinoamericanos en el think tank Center for American Progress.
Hace tiempo EEUU está volcando su atención a Asia y los problemas de Medio Oriente. ¿Cómo seguirá hacia adelante la relación con América Latina?
-EEUU le da a América Latina más atención de lo que se piensa. Los acuerdos quizás no son la mejor manera de ver la relación por lo menos desde el punto de vista económico. Ya tenemos tratados de libre comercio con 12 países de la región, que son los 12 que quieren un TLC con Estados Unidos. Hay algunos países con los cuales no tenemos, los principales son Argentina, Brasil y Venezuela y esos países no tienen mucho interés en profundizar la relación. Quizás Paraguay y Uruguay lo tendrían, pero por estar en el Mercosur no están en libertad de tener acuerdos con EEUU. Eso es lo primero. Mucho del trabajo ya se ha hecho; en algunos casos hay que ponerlos en marcha y profundizar las relaciones. Segundo, algo importante que ha ocurrido es la globalización de la región, y el Transpacific Partnership es una manera interesante de ver esto: hay cuatro países del Hemisferio Occidental además de EEUU que están en la mesa del TPP (México, Perú, Chile y Canadá), forman parte de política global de EEUU. La manera tradicional de ver relación económica y medir el interés estadounidense se tiene que modernizar y entender que el proyecto más importante que tiene el gobierno de EEUU en el mundo es el TPP, que incluye a países latinoamericanos.
¿Cómo ve EEUU el bloque de la Alianza del Pacífico?
-EEUU ve la Alianza de manera muy positiva y no sólo por ser un proyecto de países con los cuales tenemos muy buena relación. Lo interesante es que pese a cambios de gobiernos en esos países, entienden que la globalización tiene que ser parte del crecimiento económico de su país. Entienden que no se pueden cerrar para avanzar económicamente. Eso es algo que se ve bien desde EEUU. La ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, reconoció la importancia y se reunió el año pasado con los cancilleres de la Alianza. Es algo bien visto por parte de EEUU. Parte de lo interesante es que ya han sobrevivido cambios de gobierno y de ideología. Es un proyecto que va más allá de la ideología y va a lo pragmático de hoy.
En ese sentido, ¿cómo ve el panorama general de Chile tras la elección de Bachelet?
-EEUU tiene una buena imagen, buena impresión de Bachelet. Nada de lo que haya hecho durante la campaña ha cambiado esta impresión acá en Washington. Obama tenía, cuando ella fue presidenta, una muy buena relación con ella. Estuve presente cuando la recibió en junio de 2009 y me imagino que la ve positivamente y que seguirá una muy buena relación entre EEUU y Chile. Dudo que haya incertidumbre o preocupación por ella y los que vienen a gobernar de nuevo en Chile.
Lo que se ha temido es sobre el acercamiento que tendría hacia países como Brasil y Argentina…
-Me sorprendería que los viajes fueran a otros sitios, dada la relación con esos países. Hay trabajo que hacer con otros países de la región y esto no crea mayor preocupación. Lo esperado es que Chile siga como parte de la Alianza del Pacífico y no vaya en otra dirección bruscamente, pero se busca también buena relación con otros países.
¿Por qué lo dice? ¿El gobierno saliente deja algún flanco abierto en ese sentido?
-El enfoque principal de la administración saliente ha sido hacia los países del Pacífico. Ahora quizás la presidenta va a buscar más balance, pero no por eso disminuir, sino levantar la relación con otros países. Si lo logra hacer de esa manera, nadie estará preocupado.
También ha habido incertidumbre por una serie de anuncios, como una reforma tributaria para financiar una educación gratuita…
-Uno de los retos que tiene la presidenta es explicar lo que está haciendo y el por qué. Habrá gente que quiera presentar los cambios como más radicales de lo que en realidad son y los van a querer llevar a un debate internacional ideológico e histórico. Eso es a cierto nivel un reto para la presidenta y su equipo de explicar bien anticipadamente lo que quieren hacer y el por qué. Si logran hacer eso, las preocupaciones en ciertos sectores tendrán menos peso si alimentan el contexto y la dinámica con información.
Se habla también de esta imagen internacional que se quiere potenciar para la presidenta electa, tras su rol en ONU Mujer. ¿Cómo lo debiera hacer?
-Ella tiene una muy buena imagen internacional. Eso le sirve para manejar la imagen de Chile, que también es buenísima. Entonces, la buena imagen de Bachelet como gobernante se suma a la imagen que ha tenido en su papel en la ONU y la imagen de Chile como un socio responsable.
¿Qué otros desafíos tendrá Bachelet en materia de relaciones internacionales?
-Es importante el impacto político que pueda tener el fallo de La Haya sobre estas clases de disputas. Por otra parte, el balance de mantener el protagonismo de la Alianza del Pacífico y la relación con los países del Atlántico será uno de los retos más importantes, quizás más importante que las implicancias de cualquier fallo bilateral.
Pero también lo doméstico tiene implicancias internacionales. Su propia agenda de reformas dentro de Chile afectará la percepción de Chile. Eso tiene que manejarlo también.
¿Por ejemplo?
-Hay gente que quiere presentar a Chile yendo en una dirección más radical. Pero este proyecto y sus propuestas no son eso. Hay gente que lo quiere presentar como radical. El manejo de esto y mantener bien informada a la comunidad internacional y a gran parte de analistas y medios internacionales sobre lo que se está haciendo y el por qué, es parte importante de este primer año.