El mundo puede decir adiós a la mayoría de los horrores de los últimos seis años, dirán a los líderes globales los expertos que asisten al Foro Económico Mundial esta semana en la ciudad suiza de Davos. Pero muchos agregarán que la recuperación amenaza con esconder fragilidades de largo plazo que subyacen a la durabilidad y la aceptabilidad política de cualquier repunte.
Adam Posen, director del Peterson Institute for International Economics, está extremadamente confiado de que incluso esas economías a menudo vistas como en problemas, como Brasil, Francia, India e Italia, no están a punto de caer de nuevo en la crisis.
Con EEUU, China, Japón, Alemania y Reino Unido creciendo rápidamente, sostiene que los países que representan más de la mitad del PIB mundial "están en caminos de crecimiento muy sustentables y tienen balanzas fiscales que mejoran".
Otros son un poco más cautelosos. Entre los Premios Nobel que viajan al foro, el profesor Edmund Phelps de la Universidad de Columbia dijo que el panorama era "bueno, pero no fantástico", mientras el profesor Chris Pissarides de la London School of Economics dijo que fuera de la eurozona tenía "confianza en que los países podían presenciar el inicio de la normalización de la política monetaria".
A diferencia de José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión Europea, muchos economistas contactados por Financial Times no estaban tan convencidos de que el bloque finalmente haya dejado lo peor atrás.
"Las deudas de Europa todavía son insostenibles", dijo el profesor Barry Eichengreen, de la Universidad de California en Berkeley. "Su sistema bancario todavía está roto. Su política aún es disfuncional. La luz de Europa al final del túnel parece más y más como un tren que viene hacia acá", aclaró.
Pissaides dijo: "El alto desempleo en la periferia probablemente continuará y los programas de reducción de deuda dividirán más el continente".
También hay preocupaciones de que el panorama a largo plazo sea peor porque la innovación se está desacelerando y los países están empeorando en mejorar su uso eficiente del capital y el trabajo, tal como subrayó la semana pasada el think tank Conference Board.
El tema divide a los economistas; muchos de ellos están preocupados de que la crisis haya perjudicado el potencial para muchas economías de crecer tan rápido como en el pasado.
Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, está seguro de que "el PIB potencial han caído". Agregó: "ha habido un retiro sustancial de la fuerza laboral que está comenzando a parecer irreversible. Y también ha habido pérdida sustantiva de inversión en capital y un incremento en la aversión al riesgo por parte de las empresas".
Además, muchos expertos económicos piensan que los gobiernos han ayudado a los desafíos tecnológicos al invertir menos en infraestructura y capacidades durante los últimos cinco años.
Por su parte, Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia, dijo: "el potencial de crecimiento es alto, si los gobiernos cambian su énfasis de crecimiento guiado por inversiones... La idea de que hay un estancamiento secular debido a la desaceleración del cambio tecnológico no tiene sentido", aseguró.
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