La próxima semana los candidatos a la Presidencia de EEUU volverán a enfrentarse en un tercer debate, el último antes de la elección del 8 de noviembre. Mientras en el primer encuentro las encuestas dieron como ganadora absoluta a Hillary Clinton sobre Donald Trump, en el segundo debate la distancia entre ambos fue menor, pese a que igualmente la ex primera dama salió favorecida por quienes lo vieron por TV. Y en ese resultado un poco más estrecho pudo haber incidido el hecho de que se trató de un encuentro cargado de ataques y acusaciones, lo que no dejó de llamar la atención. Si bien fue un debate orientado básicamente a la masa de indecisos, no quedó del todo claro que el desempeño de ambos candidatos haya sido gravitante para aquellos que aún no tienen una posición definida. Y es que tal como lo han destacado algunos analistas, en el segundo “round” primó lo verbalmente ofensivo por parte de ambos, en un estilo que se acercó a la confrontación que ha caracterizado a Trump más que a la retórica controlada de Clinton.
¿Qué se puede esperar para el tercer debate? Es evidente que Donald Trump tiene mucho más que perder que su oponente si es que sigue en la misma línea mostrada hasta ahora. Pero la duda continúa siendo la misma: qué tan decisivos serán los debates en la votación de noviembre.