Rusia recortó su proyección de crecimiento de largo plazo para la economía en la primera admisión oficial de que el modelo de crecimiento que apuntala el gobierno del presidente Vladimir Putin se está derrumbando.
El Ministerio de Economía dijo que esperaba que la economía creciera 2,5% hacia 2030, por debajo de la proyección de abril de 4,3%. Además, advirtió que el crecimiento ruso se quedaría por detrás del promedio global por los próximos 16 años.
El recorte en la proyección elevará la presión para que Putin lance reformas estructurales que los asesores le han dicho que están atrasadas.
Un largo período de débil crecimiento podría llevar a elevar el descontento en las regiones, que se han mantenido relativamente leales al presidente pese a las protestas de la clase media en Moscú el año pasado.
La próxima semana probablemente traerá malas noticias con los economistas proyectando que las cifras para el tercer trimestre muestren una continua desaceleración. Esto podría hacer que la meta del gobierno de 1,8% de crecimiento para todo el año sea difícil de alcanzar, sin considerar el objetivo de Putin de 5%, dicen economistas.
"Los motores detrás del débil crecimiento económico en los años antes de la crisis de 2008 están agotados", dice Alexei Ulyukayev, ministro de Economía. Antes de la crisis, la economía estaba creciendo a un promedio anual de 7%.
Putin podría verse tentado por la desaceleración a reemplazar a Dmitry Medvedev como primer ministro. Medvedev ha advertido en repetidas ocasiones de los riesgos sistémicos de la economía y ha llamado a realizar reformas decisivas, aunque se ha cumplido poco.
Pero muchos analistas creen que cualquier reestructuración del equipo económico tendrá que esperar hasta después del fin de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en febrero.
Chris Weafer, socio senior de Macro Advisory en Moscú, citó los altos costos del endeudamiento y una gran caída en la confianza entre los consumidores y empresas como las principales razones para esta desaceleración.
El ministerio de Economía dijo que esperaba que las ganancias de las empresas y el crecimiento de los salarios se desacelerara y que la desigualdad de ingresos se ampliara aún más.
Tales tendencias representan una amenaza a la capacidad de Putin de entregar estabilidad, promesa que lo llevó a tener apoyo.
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