El déficit presupuestario estadounidense aumentará más de 20% en 2018 con las reducciones de impuestos adoptadas por la administración Trump y alcanzará el billón de dólares de aquí a dos años, según las previsiones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) publicadas el lunes.
Los recortes de impuestos y el alza de los gastos presupuestarios, que actúan como un estímulo de la actividad, van a impulsar el crecimiento de la economía estadounidense a corto plazo, pero no tanto como estima el gobierno, según las previsiones de la CBO, una agencia federal.
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El déficit presupuestario del ejercicio 2018 que se cierra en septiembre, debería terminar en US$804.000 millones, el 4,2% del Producto Interior Bruto (PIB), por encima de los US$665.000 millones de 2017 (+20,9%), y mientras la CBO preveía, antes de las medidas de recuperación, un déficit de US$563.000 millones.
Para 2020, el déficit presupuestario estadounidense alcanzará 1,008 billones de dólares y superará al 5% del PIB a partir de 2022.
Está previsto que el crecimiento del PIB se acelere este año al 3,3%, pero esta progresión, objetivo de la administración Trump, será de corta duración porque desde 2019 la expansión debería caer a un ritmo de 2,4%.
Las previsiones de crecimiento de la Reserva Federal (Fed) son del 2,7% para 2018 y del 2,4% para 2019.
El gobierno asegura que los recortes de impuestos van a financiarse impulsando el crecimiento de nuevos ingresos.