La compleja situación financiera de Codelco ha vuelto a poner presión sobre la empresa estatal. Fuera de la polémica frase utilizada por su presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, lo cierto es que la caída de ingresos de la compañía está complicando cada vez más su funcionamiento. A saber, Codelco informó el viernes pérdidas en el semestre por US$97 millones, frente a la ganancia por US$876 millones registrados en mismo período de 2015 y los US$1.310 de excedentes alcanzado en el primer semestre de 2014. Es más, de acuerdo con la información proporcionada por la cuprífera en su último balance trimestral, hasta junio de este año los recursos en caja sumaban US$339 millones, cifra que está muy lejos de los US$1.748 millones registrados a fines de 2015. Este escenario extrema los estresados niveles de deuda de la compañía, donde de acuerdo con su último balance, la empresa hoy debe 10,48 veces su patrimonio, bastante más que las 7,66 veces que lo hacía a fines del año pasado. Este escenario podría afectar incluso su clasificación de riesgo. Hoy, nuevamente resurge el debate respecto del aporte de Codelco a las FFFA y la dependencia que la compañía tiene de una posible capitalización de Hacienda, pero más allá de estas legítimas demandas de la compañía, el momento actual es el propicio para repensar Codelco como un todo, no dejando de lado un aspecto clave, como lo es el eventual ingreso de capital privado a su propiedad, con todos los beneficios financieros y de gestión que este hecho aportaría a la compañía.