Los demócratas de Texas llegaron en masa a votar en la primera de las elecciones primarias del año en EEUU, en la antesala de las legislativas de noviembre. Según medios estadounidenses, esta fue una clara demostración de un partido enardecido, que está buscando enviar a un número significativo de mujeres para competir con los candidatos republicanos al Congreso en noviembre.

El resultado demócrata fue particularmente fuerte en áreas de suburbios con altos recursos, que sirven de modelo para los distritos parlamentarios a los que el partido está apuntando en su búsqueda de tomar control de la cámara baja en las elecciones de mitad de período, consideradas como un referéndum nacional de la presidencia de Donald Trump.

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Con el conteo de votos se reveló que poco más de un millón de votantes apareció en el registro de la primaria senatorial demócrata, representando más del doble de los 510.000 que se registró en 2014. Aunque algunos subrayaron que la energía demostrada por los demócratas les podría servir si la mantienen a lo largo del año y la repiten en áreas donde la carrera es competitiva, la verdad es que los votantes republicanos tampoco se quedaron atrás, con más de 1,5 millones de votantes respaldando a Ted Cruz, superando la marca de 1,48 millones de 2010 obtenida durante el primer mandato de Barack Obama. El estado, cuya bandera se asemeja a la chilena, no ha elegido a un demócrata a nivel estatal desde 1994.

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El representante O'ROURKE

El senador Cruz obtuvo con facilidad la nominación republicana y se deberá enfrentar al congresista demócrata de la Cámara de Representantes, Beto O'Rourke (en la foto), en noviembre. Cruz es el favorito para la reelección, en un estado donde Trump consiguió su victoria por una diferencia de 9 puntos porcentuales y donde la última elección senatorial que ganaron los demócratas fue en 1988.

Sin embargo, el gran cambio que ya se está percibiendo es el de una mayor representación femenina. Y es que mujeres demócratas, veteranos militares y defensores de una mayor representación hispana en el congreso estadounidense, estuvieron entre los ganadores de Texas, un estado de reconocida inclinación republicana y que solamente ha elegido a seis mujeres para ir a la Cámara de Representantes en su historia, y que probablemente reciba más parlamentarias en el 116° Congreso de EEUU que se inicia en enero. Ellas se unirán a tres mujeres (dos demócratas y una republicana) que corren como favoritas para ganar la reelección a fin de año.

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En total, fueron 37 mujeres las que compitieron para buscar un escaño en la Cámara de Representantes, más que en las tres elecciones anteriores combinadas. De las republicanas, en tanto, alcanzaron a ser 13. El número final exacto dependerá de la segunda vuelta del 22 de mayo y de la elección general del 6 de noviembre.

Los ojos en noviembre. Un cambio en el control de la cámara baja estadounidense está al alcance de los demócratas para esta elección, en relación con los promedios históricos. Ellos necesitan sumar en concreto 24 asientos, lo que sería posible dado un factor que se repite en las elecciones estadounidenses: el partido que tiene el control de la Casa Blanca normalmente pierde 26 representantes, tal como ha sido el caso en las elecciones de mitad de período desde el final de la II Guerra Mundial.

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Así, la atención seguirá en Texas, donde en los distritos de Houston y Dallas la representación demócrata superó el total de 2014 y en los que ganó Clinton en 2016.