Se trata de un fenómeno que llena de color las llanuras y quebradas de parte del lugar más árido del mundo. El desierto florido promete estar en su máxima intensidad entre la segunda semana de agosto y la primera de septiembre, periodo que busca conquistar a los visitantes, en un año que se espera sea el más esplendoroso de las últimas décadas.
Las semillas y bulbos pueden estar enterrados por años en la tierra, aparentemente estéril. Pero basta que se dé la combinación perfecta entre la disminución de la temperatura y lluvias invernales sobre 30 milímetros, para que se convierta en un paisaje fértil, que muchos denominan como "inolvidable y único". Este fenómeno, que se produce entre las regiones de Atacama y Coquimbo, permitirá apreciar más de 200 especies de flora hasta noviembre.
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Cómo llegar
Si va desde Santiago, el aeropuerto más cercano es el de Copiapó, capital de la región de Atacama. Se puede usar esta ciudad como punto base para visitar el desierto más árido del mundo. 30 kilómetros al norte de la ciudad de Chañaral y a 195 km de Copiapó se encuentra el Parque Nacional Pan de Azúcar. Ahí se observa entre un 25% y 50% de desarrollo de especies asociadas al desierto florido, principalmente, en los zonas "Sendero Quebrada Castillo" y "Mirador Accesible" al interior del parque.
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El tramo de la Ruta 5 que une las ciudades de Copiapó y Vallenar es otra de las formas de disfrutarlo. De llanos extensos, esta zona permite ver mantos, principalmente, verdes. El sector costero y sector sur de la Provincia del Huasco es otro de los escenarios adecuados para ver el espectáculo floral. "Todas son plantas endémicas de esas zonas y que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Ocurre solamente con años lluviosos. No solamente las flores les llama la atención, sino que también el paisaje lleno de cerros ondulantes, que se desprenden de la cordillera de la costa, vestidos con formaciones rocosas y con los cactus y flores", cuenta Ximena Nazal, ingeniera agrónomo y paisajista que cada año llega a la zona para presenciar el desierto florido y agrega: "cada año es distinto. He explorado el desierto infinidad de veces con turistas de todos lados y siempre ha sido una experiencia maravillosa. Sus atardeceres o el amanecer, con la típica bruma de la costa, le dan un ambiente especial a todo lo que vemos", relata.
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Debido a la fragilidad del ecosistema, desde 1997 las autoridades apostaron por declararla como zona de protección y fomentan que los turistas recorran el desierto de manera consciente. De hecho, crearon un decálogo para incentivarlo. "Es muy importante que los turistas tengan un comportamiento responsable con la flora y fauna de la zona. Sobre todo, se les pide que no corten flores o que no saquen los bulbos, para que la naturaleza siga su curso. Es clave que no se salgan de los senderos y que no se metan con vehículos en zonas prohibidas. La idea es reducir al mínimo cualquier actividad que conlleve impacto al entorno", dice Jorge Carabantes, jefe de áreas silvestres protegidas en Conaf Atacama.
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Tours
Desde Sernatur señalan que la oferta de servicios turísticos en la Región de Atacama está compuesta por más de 450 servicios, de los cuales alrededor del 13% tiene oferta asociada al desierto florido. Geo Adventures cuenta con un tour de día completo desde los $35.000 por persona para disfrutar de las primeras flores del desierto florido, saliendo desde Copiapó, ruta 5 norte, hacia Barranquilla, conectando con la ruta costera hasta el Parque Nacional Llanos de Challe, lugar donde cactus en flor dan la bienvenida a los turistas, para luego regresar a Copiapó por ruta 5 desde Vallenar.
Otra alternativa es la oferta de Copayapu Travel, empresa que, en alianza con Chillitrip Tour Operador, tienen dentro de su programación diversos recorridos para apreciar el desierto florido. Estos van desde los $45.000 por persona por el día completo, en un tour regular todos los sábados de agosto. Asimismo, poseen otras alternativas disponibles durante todo el año, entre las que destaca el tour Fogata Astronómica Nocturna, en el que por $35.000 por persona contempla realizar la observación de estrellas junto a aficionados a la astronomía en medio del desierto más árido del mundo.
Otros atractivos
Pero hay otros lugares de la región que también vale la pena conocer, como Bahía Inglesa y el Parque Nacional Nevado Tres Cruces, entre otros. "Desde Copiapó, se da inicio a un recorrido hacia la costa por las maravillas del desierto florido, el Parque Nacional Llanos de Challe y sus hermosas cactáceas y guanacos silvestres, además de sus extensas playas y rincones históricos de antiguos poblados mineros", señala Paulina Berrío-Ochoa de Viajes Falabella.
El Parque Nacional Llanos de Challe posee más de 45.000 hectáreas y además de la flora, este parque es rico en fauna, donde se podrán observar numerosas aves y, con algo de suerte, guanacos y zorros. Berrío-Ochoa también recomienda seguir las huellas del Dakar y subirse a un 4x4 para recorrer las reconocidas dunas de la zona.
Otros de los protagonistas son los observatorios cercanos a Copiapó y La Serena. Además del Valle de Elqui, puede visitar Isla Damas, que se caracteriza por sus paradisíacas playas, igual que Bahía Inglesa. Los que buscan una opción diferente pueden visitar la Mina de los 33, que se ha convertido en un epicentro turístico de la zona. La lista de lugares es larga y componen una carta para todos los gustos, en una zona cuya demanda va al alza. "Este año hemos tenido bastante demanda para programas del desierto florido, por lo que esperamos un alza en ventas, sobre todo entrando por Copiapó y la Serena, que son de los dos lugares donde tenemos programas. Las ventas ya han aumentado en esos destinos 80% con respecto al año pasado", dice Magdalena Leonvendagar, jefe de destino Chile en Cocha.