El Ministerio de Petróleo de Irán, la Compañía Nacional de Petróleo Iraní y algunas compañías filiales de estos entes públicos sufrieron ayer un ataque con un "gusano cibernético", pero fue detectado antes de que pudiera infectar sus sistemas informáticos, informó hoy la agencia local Mehr.

Según la información de la citada fuente, confirmada más tarde por la agencia local Fars, el ataque cortó el acceso a internet de esas instituciones y empresas, por lo que las autoridades han iniciado una investigación sobre los hechos y aún se desconoce si el "gusano" procedía de Irán u otro país.

"El Ministerio de Petróleo en las últimas 24 horas ha creado una unidad especial de crisis para hacer frente a los ataques cibernéticos", señaló la agencia.

Ali Reaza Nikzad, un portavoz del Ministerio de Petróleo, confirmó a Fars el ataque e insistió en que no dañó información destacada en los sistemas del departamento ni de la Compañía Nacional ni de las filiales, aunque si alcanzó "algunos datos generales", de los que en todo caso cuentan con copias.

En las últimas 24 horas, en Irán ha quedado interrumpido el acceso a muchas páginas de internet, entre ellas las que tienen un protocolo de entrada de seguridad tipo https.

El sector petrolero y el financiero son los dos más afectados por las sanciones impuestas a Irán por Estados Unidos y la Unión Europea a causa de su programa nuclear, que algunos países creen que tiene una vertiente militar destinada a fabricar bombas atómicas, lo que Teherán niega y afirma que es exclusivamente civil y pacífico.

Teherán ha denunciado reiteradamente supuestas agresiones informáticas, que ha atribuido a Estados Unidos e Israel, para crear problemas en sus sistemas informáticos públicos, militares y de seguridad y, sobre todo, en sus instalaciones nucleares.

En los últimos dos años, los principales virus introducidos en los computadores iraníes han sido Stuxnet y Duqu, ambos neutralizados con software nacional, según los gobernantes de Irán.
Millones de páginas web están bloqueadas por las autoridades iraníes, entre ellas las de muchos medios de comunicación extranjeros y también las de grupos sociales y políticos, tanto iraníes como de otros países e internacionales, que el Gobierno de Teherán considera hostiles.

Además, hay decenas de miles de páginas más censuradas al considerar las autoridades de Teherán que atacan a la estricta moral de la República Islámica y otras muchas están sin acceso porque en su dirección de internet llevan palabras que los censores iraníes consideran peligrosas.

Las redes sociales, en especial Facebook, e incluso la mayoría de las versiones del buscador Google también están bloqueadas, lo mismo que los blog, sea cual sea su origen o la temática que traten, así como los accesos por algunos protocolos de seguridad.