Nota de la Redacción: Por una confusión en el cálculo de las cifras PULSO publicó el miércoles 22 que "según cifras del INE la participación laboral llega a 91,1% en el caso de los hombres, y a 66,1% en las mujeres, y si se habla de puestos de decisión, apenas un 35,1% es ocupado por mujeres, mientras un 64,9% representa a hombres". Cuando en realidad, las cifras correctas son las del último trimestre julio-septiembre 2017 de la Encuesta Nacional De Empleo, que indican que la Tasa de participación de hombres fue de 70,9%, mientras que la Tasa de participación mujeres fue de 48,8%. Mientras que el porcentaje de participación de hombres en el Grupo "Directivos y Gerentes" fue de 74,5%, y en las mujeres fue de 25,5%. Las cifras ya han sido corregidas y pedimos las excusas del caso.
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Representan el 52% de la población y el 51% del padrón electoral. Pero hasta antes del domingo, su presencia en el Congreso apenas superaba el 15%. Estas elecciones fueron las primeras tras la promulgación de la Ley de Cuotas, que establecía que los partidos políticos tenían que presentar al menos un 40% de candidatas, de lo contrario la inscripción del grupo no sería aceptada. Hoy, autoridades del mundo público y civil valoran su llegada, sin embargo son enfáticos al señalar que quedan muchos pasos que dar antes de conseguir la tan anhelada paridad de género.
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A partir de marzo el Congreso tendrá un 22,7% de integrantes mujeres, un promedio muy por encima de los porcentajes históricos y del 15,8% actual. Salieron electas cinco nuevas senadoras, a la que se suma una reelecta. En total, 10 senadoras, considerando las 4 electas el 2013, serán un 23,2% de la Cámara Alta. En tanto, en la Cámara de Diputados fueron electas 35 diputadas que equivale al 22,58%. Esto da cuenta de un incremento de cerca de 7 puntos porcentuales, cifra que estaría en el rango de aumento que han tenidos otros países en la región tras la primera elección con cuotas y que está muy encima de cómo ha avanzado el país en cada elección desde 1990. "De no existir esta cuota, hubiéramos seguido a un ritmo de aumento muy lento, que veníamos viendo en los últimos 25 años. 2,5 puntos era lo que se venía aumentando elección tras elección. Con el patrón expuesto a la Ley de Cuotas, hoy aumentó en siete puntos la participación de mujeres. Indudablemente, quedan desafíos que seguir asumiendo y que pasan no sólo por la ley, sino por una transformación cultural que pasa por generar un efecto de mayor electividad de las mujeres. Esto implica tener mujeres competitivas en lugares competitivos de todas las miradas políticas", asegura Claudia Pascual, ministra de la Mujer y la Equidad de Género.
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Si bien, los partidos cumplieron con los porcentajes, se ha cuestionado si se respetó el espíritu de la Ley. "En la práctica, los partidos políticos cumplieron con la cuota de género establecida, pero lamentablemente no todas las candidatas compitieron en distritos con reales oportunidades de ser electas. En muchos casos fueron como acompañantes de otros candidatos hombres que fueron a la reelección y con muchísimo mayor respaldo. Eso debe corregirse, es mala práctica si tenemos la convicción de que tener un Parlamento que avanza a la paridad es bueno para el país", señala Esperanza Cueto, presidenta de ComunidadMujer; visión con la que coincide la ministra: "Indudablemente no nos podemos quedar con el sentido de que con esto estamos listos. Tenemos que revisar qué se puede mejorar o cómo convencemos a las colectividades de asumir el espíritu de esta legislación, que no sólo tiene que ver con llevar más mujeres, sino que también dejarlas en lugares de mayor representación de sus partidos, con mayor posibilidad de electividad y, por supuesto, que sean acompañadas con financiamiento y aporte colectivo para ser electas".
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¿Qué se ha hecho en el mundo?
En Europa, la implementación de cuotas de género en la regulación de los partidos políticos ha sido la principal razón para que el congreso y las empresas hayan incrementado tan rápidamente la presencia de mujeres. Noruega fue el primer país en implementar esta política en 2008 y ha sido seguido por otros países como Italia y Alemania, entre otros. Pero también es cierto que hay países como es el caso de España o Inglaterra que han avanzando sin necesidad de leyes de cuotas y ya están cerca del 30% de participación de mujeres en los consejos de administración de las empresas listadas. En ese contexto, la convicción por parte de los líderes políticos parece ser fundamental. Por ejemplo, el caso de Francia resulta interesante. El partido de Emanuelle Macron, "En Marche!", presentó la misma proporción de hombres y mujeres en las últimas elecciones parlamentarias. Como resultado de esta iniciativa, el 47% de los parlamentarios elegidos por "En Marche!" fueron mujeres, logrando así aumentar a 39% la representación femenina en el parlamento francés. "Lo impresionante es que este resultado no se debe a ninguna ley, sino que se basa en la convicción respecto a la importancia de otorgar oportunidades tanto a hombres como mujeres en igual proporción. El caso de Francia debería inspirar a los líderes políticos chilenos, pues comparada con la experiencia de "En Marche!" de Macron, la verdad es que la efectividad de la Ley de Cuotas chilena se vuelve menos inspiradora", expresa Verónica Campino, cofundadora de ChileMujeres.
Otro caso relevante es el de Canadá, donde el partido liberal -liderado por el primer ministro Justin Trudeau- presentó 105 (un 31,1%) candidatas al parlamento, convirtiéndose en el partido que logró mayor número de candidatas electas, con 50 mujeres en la Cámara Alta.
Casos como el de "En Marche!" en Francia y el del partido liberal de Canadá, demuestran que para lograr cambios culturales es fundamental tener la convicción, pues incluir mujeres en posiciones de poder requiere de esfuerzos mayores que incluir más nombres en la lista parlamentaria, requiere cambios culturales. A modo de ejemplo, mientras las jornadas laborales sean hasta altas horas de la madrugada y las reuniones continúen siendo los sábado, la oferta de mujeres dispuestas a ser parlamentarias continuará siendo acotada.
"La Ley de Cuotas fue un primer paso con buenos resultados, pero para lograr una representación equitativa entre hombres y mujeres en el parlamento, es necesario esfuerzos adicionales, comenzando por líderes convencidos de la necesidad de lograrlo", enfatiza Campino.
¿Qué es lo que viene?
La ministra señala que la presencia de la Ley de Cuotas fue el primer paso, pero que quedan varios por delante con el fin de asegurar la presencia de las candidatas en espacios competitivos, con respaldo financiero y logístico durante la campaña y en las etapas previas.
Las consultadas coinciden en que es necesario, también, contar con este mecanismo acelerador en las elecciones municipales y de los consejos regionales (CORE). "No es sensato que el principio de paridad de género esté presente en las parlamentarias y no lo esté en los otros sistemas de elecciones. Eso, entre otras cosas, permitirá que los partidos asuman el desafío de la participación equilibrada en términos de género con coherencia y convicción, y no como una situación excepcional y única a la que responder con matemática electoral", enfatiza Cueto.
La deuda se replica en cargos de alta dirección
Hoy en día las mujeres representan la mitad de la población activa con título universitario. Sin embargo, esa relación no se traslada al mundo laboral y menos cuando se trata de la alta dirección.
Según cifras del INE la participación laboral del último trimestre julio-septiembre 2017 llega a 70,9% en el caso de los hombres, y a 48,8% en las mujeres. Mientras que el porcentaje de participación de hombres en el Grupo "Directivos y Gerentes" fue de 74,5%, y en las mujeres fue de 25,5%. Estas cifras se ven reforzadas por el primer Informe de Mujeres en Alta Dirección (IMAD) elaborado por Mujeres Empresarias y la Dirección de Estudios Sociales UC (DESUC), muestra que sólo un 8% de los puestos de gerente general son ocupados por mujeres. De acuerdo con el estudio, si bien esta presencia es muy minoritaria, es más elevada que en otras muestras, como para las empresas del IPSA, o para el total de empresas transadas en bolsa, con un 4,7% de mujeres que ocupan la gerencia general, según información disponible por la SVS y analizada en ese informe.
"La escasa presencia de mujeres en posiciones de alta dirección o gerencias generales complica la selección de nuevos directores y, por tanto, limita los potenciales beneficios de la diversidad y de disponer de equipos balanceados", dice María Elena Sanz, impulsora de la red +Mujeres y gerente corporativo de Sustentabilidad y Personas del Grupo CAP.