Deuda de SolarCity: el próximo dolor de cabeza para Tesla

Con todos los problemas de fabricación de automóviles que acosan a Tesla Inc. en estos días -desde los cuellos de botella en la producción del Model 3 hasta el frenético consumo de efectivo-, es fácil pasar por alto el dolor de cabeza de SolarCity.

16 meses después de que el máximo ejecutivo de la firma, Elon Musk, ocasionara una polémica al adquirir SolarCity -empresa de instalación de paneles solares fundada por dos de sus primos- actualmente, sus obligaciones son una carga para las finanzas de Tesla. La compra de US$2.000 millones venía con una deuda de US$2.900 millones y una parte de eso está próxima a vencer.

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Sin duda, es un mal momento para una compañía que gasta unos US$6.500 por minuto e intenta evitar la necesidad de otro aumento de capital.

"La deuda de SolarCity puede no ser la causa inmediata de los problemas de Tesla, pero ciertamente no está ayudando en este momento", dijo Alexander Diaz-Matos, analista de la firma de investigación crediticia Covenant Review LLC.

Los representantes de Tesla declinaron hacer comentarios para este artículo. El negocio solar generó un flujo de caja positivo el año pasado, según la compañía.

Vencimiento de la deuda

La deuda de Tesla abarca toda la gama: bonos convertibles, pagarés, préstamos a plazo, deuda de capital en efectivo, valores respaldados por activos. La mayor parte del total está vinculada a Tesla, el fabricante de automóviles. Pero la división de energía, que incluye el negocio solar, da cuenta de 27 de los 29 vencimientos programados para el 2019.

Para los inversionistas, la atención se ha centrado principalmente en el consumo de efectivo vinculado a las dificultades para acelerar la producción del Model 3, y en el sedán que Musk apuesta será el primer auto eléctrico en llegar al mercado masivo.

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Sumado a ello, hay una nueva preocupación por el sistema Autopilot de la compañía, después del accidente fatal, ocurrido el mes pasado, de un Model X que funcionaba con el sistema de asistencia al conductor activado.

Las acciones de Tesla se desplomaron 22% en marzo y cerraron en US$252,48 el 2 de abril, su nivel más bajo en más de un año. Desde entonces, la acción subió 21% hasta el jueves, luego de que la compañía mantuviera la meta de producción del próximo Model 3 y dijera que este año, no se requerirá un aumento de capital o deuda.

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