Diego Schalper: "En la centroderecha hemos sido poco empáticos con la inmensa cantidad de mujeres que abortan"

DURANTE su candidatura recibió el apoyo directo de figuras como Carlos Larraín, Alberto Espina, Andrés Allamand, Andrés Chadwick y Cristián Monckeberg, quien incluso participó en una gira con él en la región de O'Higgins.

Diego Schalper, ex presidente de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, logró ser electo en cupo RN con la segunda mayoría del distrito 15, pese a haber protagonizado una polémica por usar una foto de Nabila Rifo en su campaña.

El candidato a doctor en Derecho Social, asegura que en el Congreso va a abogar por los temas sociales y los sectores más vulnerables.

- A mí me gusta una coalición con muchas puertas donde haya espacio para que entre mucha gente. Creo que una de las bondades que tenía la Concertación era que había gente que decía ser de Concertación, no que era ni de la DC ni del PPD ni del PS. Me gustaría que haya mucha gente que diga que es de Chile Vamos, que se siente parte de una coalición diversa, amplia, con capacidad de llegar a distintos sectores. Yo estoy recién entrando, entonces no sabría decir en qué lote me clasifican. Diría que pertenezco al lote que va a abogar por los temas sociales, porque lleguemos a esos sectores donde están las personas más vulnerables del país. Quiero aportar temas en los que normalmente la centroderecha no ha tenido un discurso.

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-Sin duda que sí, nosotros ganamos la segunda vuelta porque fuimos capaces de salir a decir, con mucha claridad, que la centroderecha tiene un mejor discurso y una mejor capacidad de responder a las angustias del futuro de muchas personas.

-Soy una persona que cree que la vida hay que defenderla siempre, pero que en la centroderecha hemos sido poco empáticos, a la inmensa cantidad de mujeres que abortan. Hay un estudio muy interesante -que sería bueno que lo revisaran mis colegas parlamentarios, especialmente la centroderecha- que dice que ocho de cada 10 mujeres que se practican un aborto, lo hacen porque sienten absoluta indiferencia de su medio. En Chile el aborto clandestino es una realidad, aunque muchos se tapen los ojos. A mí me encantaría que con la misma fuerza con que muchos hablan de defender la vida del que está por nacer -que está muy bien- se preocupen de esa guagua y de esa madre que está en situación de vulnerabilidad.

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-Nuestro sector político tiene que ser más empático con las angustias que padecen muchos chilenos. Yo soy crítico de que muchas veces nuestro sector empatiza poco con las realidades sociales de los que más lo necesitan. Considero que la centroderecha tiene un tremendo desafío, de hacer una transición social en Chile. El 90 fue la transición política, ahora la derecha tiene que hacer la transición social. ¿Qué significa? Que le aseguremos a la gente ciertas garantías sociales para que de verdad puedan ser parte, y pueda decirse libres. En la centroderecha nos hemos aproximado a la realidad de manera demasiado gerencial, diciéndole a la gente lo que tiene que hacer. La derecha es campeona mundial para decir lo que hay que hacer.

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-No, no es eso. Creo que nos hemos aproximado a la realidad de una manera demasiado gerencial. Tenemos que acercarnos a la realidad de una manera empática. Empatizar, acompañar y ser capaz de dar seguridad, esas son las tres claves para que hagamos una transición social en Chile.

-Es raro cuando uno dice que quiere ser contrapeso. Voy a manifestar las cosas que pienso, yo tengo una gran inquietud por los temas educacionales, que sé efectivamente inquietan a muchos. Tengo el mayor de los respetos por muchos de los parlamentarios del Frente Amplio, porque los conozco. Conozco a varios, a Miguel Crispi, a Giorgio Jackson, a Gabriel Boric. Tengo la mejor opinión y creo que han hecho una contribución a la política en Chile. Pienso que sus soluciones son profundamente equivocadas, pero de ahí a no reconocer el tremendo trabajo que han hecho, nunca van a encontrar palabras de ese tipo en mi boca.

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-Es una buena idea en el sentido de que transforma esto en un procedimiento objetivo, pero lo que habría sido una cosa realmente histórica es que la Presidenta Bachelet, con toda la carga histórica que su figura representa, hubiese hecho un indulto general o un indulto a varias personas en estado terminal o con enfermedades de alto nivel. Perdió una tremenda oportunidad de pasar a la historia.