Durante la mañana de ayer los jefes de bancada de diputados decidieron, por unanimidad, retrasar y acortar la sesión del próximo 2 de enero, argumentando que los parlamentarios que deben viajar desde otras regiones podrían enfrentar dificultades para trasladarse al Congreso.
La decisión de cambiar la sesión de las 10:30 horas a las 17:00 horas causó dispares impresiones.
El diputado Gabriel Boric calificó la medida como "vergonzosa" y señaló que "para poder venir a trabajar el 2 de enero, eso significa que el 2 de enero ya tengo que viajar a Santiago y eso es totalmente posible con el nivel de conectividad que hay hoy día. Es una muy mala excusa".
Por su parte, el presidente de la Cámara, Fidel Espinoza (PS) desdramatizó el hecho aclarando que "acá no hay ninguna suspensión de ninguna comisión o sesión, esto solamente ha ocurrido por petición de algunos diputados".
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El diputado afirmó que "el Parlamento va a trabajar como corresponde" y que "nos critican por todo".