La directiva de la UDI descartó avalar la idea de reponer la pena de muerte, surgido luego de que cinco diputados del partido (Osvaldo Urrutia, Ignacio Urrutia, Celso Morales, Pedro Álvarez-Salamanca y Sergio Bobadilla) enviaran una carta al próximo Presidente Piñera para pedir un plebiscito que contemple volver al castigo capital tras el horroroso caso de homicidio de una lactante en Puerto Montt.

El secretario general gremialista, Pablo Terrazas, explicó ayer que "Chile Vamos ha fijado su posición de no querer volver a esa sanción, por eso no se contempla en el programa de gobierno del Presidente Sebastián Piñera", desmarcándose de la propuesta.

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El dirigente además afirmó que estos debates son reflotados en los países en que el Estado no da las garantías suficientes para resguardar la vida de las personas, por lo que su coalición debe exigir que las cárceles funcionen y que las penas se cumplan. "Si hay personas que cometen delitos graves y ponen en peligro a la sociedad, nosotros tenemos que garantizarle a la comunidad, a los chilenos, que van a cumplir efectivamente su pena", dijo.

La postura fue compartida por otros miembros de la UDI, que reprocharon a sus pares por instalar este debate. El diputado Jaime Bellolio planteó que "si uno está a favor de defender la dignidad humana siempre, entonces no se puede estar a favor de la pena de muerte", aludiendo al rechazo al aborto en tres causales.

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Y lo mismo dijo el diputado electo Guillermo Terrazas, quien dijo que "hace unos meses se aprobó el aborto con votos de izquierda. Esta semana un diputado RN (Sebastián Torrealba) propuso legalizar la eutanasia. Ahora, diputados de mi partido quieren restablecer la pena de muerte. Yo creo en la cultura de la vida".

Pero en la UDI también hubo defensas a la pena de muerte. El diputado electo Sergio Bobadilla, uno de los cinco firmantes de la carta, defendió ayer su propuesta, argumentando que la sociedad debe preguntarse si "estamos sancionando correctamente a quienes violentan gravemente los derechos de las personas, llegando incluso al asesinato".

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Y el senador Iván Moreira compartió la postura, asegurando en Radio Bío-Bío que en Chile las cadenas perpetuas "no son perpetuas y las personas comienzan a salir con beneficios a los 25 o 30 años", y que él es "partidario de la pena de muerte en los casos de abusos sexuales, en los casos de muerte por abuso sexual a menores de edad", para lo cual el país tendría que reformar la Constitución y dejar de ser parte de algunos tratados internacionales.