Trascendental terminó siendo la candidatura de las AFP para la mesa de Norte Grande. Tras una acalorada junta de accionistas, el 30 de abril las administradoras de pensiones lograron quedarse con un sillón nombrando, por iniciativa de AFP Cuprum, al abogado Rodrigo Zegers, socio del estudio Rivadeneira Colombara Zegers.
El mismo ejecutivo que ayer, tras celebrarse un directorio en horas de la tarde, entregó una carta a la sociedad exigiendo la inmediata salida de su presidente, Julio Ponce, y Aldo Motta, gerente general, siendo ésta una de las primeras consecuencias de la reciente sanción cursada por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en el interior de la cascada.
“Se hace absolutamente incompatible que el señor Ponce Lerou siga presidiendo el directorio de la compañía en circunstancia que las principales víctimas de los hechos por los cuales ha sido sancionado son, precisamente, Norte Grande y sus filiales”, dice el texto en el cual también se sugiere la salida definitiva de Ponce del directorio de la sociedad: “Por el bien de la compañía y a fin de recuperar en parte la confianza del mercado en la administración de Norte Grande, renuncie a su cargo de director al menos hasta que logre demostrar su inocencia y las infracciones que se le imputan sean desechadas en sede judicial, tanto civil como penal”, sostiene el requerimiento.
Ponce no fue el único blanco, también Aldo Motta: “Resulta inconcebible frente a los accionistas de la compañía, a sus acreedores, al mercado en general y a las normas más elementales de decencia y buenas prácticas comerciales, que una persona a quien se le han formulado cargos de tamaña gravedad en perjuicio de Norte Grande, siga ejerciendo el cargo de gerente general de la misma, con plenos poderes para representar a la empresa. A mayor abundamiento, no cabe duda que el tiempo que el señor Motta deberá dedicar a su defensa es incompatible con la disponibilidad que la gerencia general de una empresa del tamaño y relevancia de Norte Grande requiere, que hasta ahora ha sido ejercida sólo a tiempo parcial por el señor Motta, pese a lo cual ha recibido un sueldo elevadísimo y muy por sobre los estándares del mercado”.
La carta también hace mención a Patricio Contesse Fica, otro de los sancionados e hijo del gerente general de SQM, a quien se le sugirió dejar el directorio hasta que demuestre la inocencia de los hechos.
La iniciativa se ampara en la resolución del regulador, lo que para Zegers demuestra “la existencia de un evidente conflicto entre los intereses particulares del controlador de la compañía y otras personas cercanas a él, por una parte, y los intereses de Norte Grande y sus filiales, por la otra, conflicto que habría sido resuelto sistemáticamente a favor de los primeros y en contra de estas últimas”.
Perjuicios y querellas
El director también pidió a la mesa que contrate a una entidad independiente con el fin de que haya una “evaluación exhaustiva del daño patrimonial que habría sufrido la compañía por efecto de las acciones sancionadas por la SVS e imputadas a, entre otros, los señores Ponce, Contesse y Motta”.
Y al mismo tiempo, Zegers solicitó al directorio “evaluar, en el más breve plazo, la presentación de una querella criminal y una demanda civil de indemnización de perjuicios contra quienes resultan responsables”.
Lo anterior puede ser el primer indicio de nuevas acusaciones por parte de minoritarios. De hecho, hasta ahora sólo AFP Habitat, Moneda y el accionista Roberto Lobos han presentado querellas (por uso de información privilegiada, entre otros ilícitos), mientras AFP Capital presentó una demanda civil por US$7 mills. El resto ha preferido esperar, justamente hasta conocer la sanción del regulador, la cual vio la luz el pasado martes.