El último fenómeno online que hemos visto este 2013 ha sido el Harlem Shake, ese hilarante video viral que ha dado la vuelta al mundo y donde cada uno puede hacer su propia versión. Según el trend report de febrero de You Tube, ya se habían subido más de 12.000 Harlem Shake, obteniendo más de 44 millones de views. Hace una semana ya llevábamos 110 millones. Desde que salió el primero en febrero de 2012, se masificó por internet y ya hemos conocido versiones de oficinas, agencias, productoras, estudios de abogados, clínicas, milicia y bomberos de todas partes del mundo haciendo el loco con una buena dosis de humor. All work no play? Never!
Hace ya un par de semanas que en Chile el Harlem Shake es furor y hemos visto muchos ejemplos locales y los medios lo han cubierto ampliamente, al mismo tiempo que la gente los ha visto, posteado y compartido por la web.
Al principio pensé que era una tontera. Entretenida, pero una tontera al fin. Y con el tiempo me fui convenciendo que esto marca un precedente mucho mas importante y transcendental: darse el tiempo de divertirse en horarios de trabajo. Y esto lo entendí no cuando en la oficina donde trabajo hicimos uno, sino que cuando vi en las noticias a los ingenieros de la NASA hacer su propia versión. Que una empresa con la credibilidad como la NASA se lanzara a hacer uno sin mayores prejuicios no es menor. El darnos el tiempo para divertirnos en el trabajo sin perder nuestra seriedad, compromiso y credibilidad es algo nuevo y que debemos preservar. Los Harlem Shake nos han demostrado que es posible.
Y este espacio para la diversión laboral también se integra en otro tema que muchos han tocado: el vivir intensamente la inmediatez. Lo importante es el aquí y el ahora. Este viral nos demuestra cómo está cambiando la naturaleza del tiempo, en donde lo que importa es lo que podemos ver en tiempo presente. Y un Harlem Shake, un viral de 30 segundos, es justamente eso. Y no es sólo por su duración. Da lo mismo lo que hagas, con tal que hagas “algo”. Y estar en uno, o saber de alguien que lo ha hecho, o simplemente saber que el fenómeno existe, es una forma de “conexión” y una forma de vivir el presente. De hecho, el sentido de la brevedad hace que uno se apure por participar. Sabemos que se acabará todo tan rápido, que es mejor hacerlo ahora antes de que sea demasiado tarde. ¿Y que se vendrá ahora?
*El autor es Director Ejecutivo Alta Comunicación
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