La prolongada tendencia a la baja que está mostrando el dólar frente al peso - que ya se acerca a los $600 -, está comenzando a preocupar a los sectores empresariales que ya empiezan a analizar el impacto que una débil divisa puede tener en sus producciones.
Es el caso del sector agrícola, desde donde la Sociedad Nacional de Agrícultura (SNA) solicitó una reunión con el Banco Central para plantearle que evalúe alternativas para aminorar los efectos de esta depreciación.
El presidente del gremio, Ricardo Ariztía, señaló que el objetivo de esta solicitud es que se "busquen herramientas que permitan dar mayor estabilidad al tipo de cambio. Aumentar la compra de divisas o evaluar una baja en la tasa de interés en el corto plazo son opciones que podrían ayudar a mitigar el impacto".
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En ese sentido, Ariztía enfatizó que "la continua baja del tipo de cambio complica mucho a los exportadores y también a quienes sustituyen importaciones, como los productores de trigo o maíz". Ejemplificó que "una baja del 8% del tipo de cambio para un productor de uva de mesa -que representa el 25% de las exportaciones de fruta del país- implica una caída en su margen bruto del 30%. Así de dañino".
Para Ariztía, "esta contingencia nos abre la oportunidad de definir fórmulas a futuro para evitar que el dólar sea tan volátil. No podemos exponernos a que ante situaciones como éstas se vea mermada la competitividad de un sector que hoy genera un tremendo aporte al desarrollo económico, con exportaciones que sólo en 2017 totalizaron más de 16.600 millones de dólares".
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