El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo hoy que, pese a la recuperación "robusta" de la economía de la eurozona, la inflación aún debe mostrar "señales más convincentes de un ajuste al alza sostenido" tras mantenerse por debajo del 1 % durante varios años.
Draghi pronunció este lunes un discurso frente a la comisión de Economía del Parlamento Europeo en el que señaló que, pese al crecimiento "más fuerte de lo esperado" en la zona de la moneda única, la inflación aún está "condicionada de forma crucial por los estímulos monetarios".
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"Aunque el impulso fuerte de la economía de la zona euro ha reforzado claramente nuestra confianza en las perspectivas de la inflación, aún se necesita paciencia y persistencia en la política monetaria para que la inflación vuelva de forma sostenible a niveles por debajo, pero cercanos, al 2%", declaró el italiano.
Ante los eurodiputados de la comisión de Economía, Draghi defendió que el impacto de las medidas de política monetaria tomadas entre 2014 y 2017 en el crecimiento y la inflación ha sido de "en torno al 1,9% en ambos casos" de forma acumulada para el periodo entre 2016 y 2020.
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"Nuestras medidas han puesto la economía de la eurozona en un camino de crecimiento sólido, dirigido por dinámicas domésticas endógenas y, por tanto, más resistentes a una potencial ralentización de la demanda global", aseguró.
De cara al futuro, Draghi afirmó que anticipa "un ajuste gradual al alza" de la inflación, respaldada por las políticas monetarias, aunque advirtió de las "incertidumbres" que continúan influyendo en sus niveles.
En concreto, pidió una "vigilancia estrecha" para la "reciente volatilidad en los mercados financieros" y, especialmente, para los tipos de cambio por sus posibles implicaciones para la estabilidad en los precios.