La economía china se acaleró por primera vez en dos años en el último trimestre de 2016, consolidando una estabilización económica que le esta dando espaldas a los líderes chinos a medida que avanzan hacia una transición y se preparan para posibles tensiones comerciales con EEUU cuando Donald Trump asuma la presidencia mañana.
El PIB de China creció 6,8% en los tres meses terminados en diciembre, en comparación con el mismo período del año previo, en comparación con el 6,7% estimado por la encuesta de Bloomberg.
La expansión del año completo llegó a 6,7%, la más débil desde 1990, pero quedando justo en la mitad del rango meta oficial de entre 6,5% y 7%.
La economía de china logró superar un débil inicio de año en 2016, para ubicarse por sobre las expectativas. Con la manufactura repuntando y la deflación controlada, el banco central está girando hacia una política neutral que enfrente una carga de deuda que creó burbujas de activos durante un ciclo de alivio monetario de dos años.
Las ventas del retail se incrementaron 10,9% anual, en comparación con el 10,7% proyectado, mientras la producción industrial subió 6% anual en diciembre, versus el 6,1% estimado.
De acuerdo con la proyección de Bloomberg, este año la economía china crecería 6,4%, mientras el FMI anticipa un 6,5% de expansión.