La economía española creció en 2017 un 3,1% gracias a la fortaleza del consumo de los hogares y la inversión, con lo que acumula tres años consecutivos de avances superiores al 3%, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, del crecimiento del 3,1% en 2017, 2,8 puntos procedieron de la contribución de la demanda nacional (consumo e inversión), mientras que la aportación de la demanda exterior (exportaciones e importaciones) fue de 0,3 puntos.
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Del crecimiento del 3,1% en 2017, 2,8 puntos procedieron de la contribución de la demanda nacional (consumo e inversión), mientras que la aportación de la demanda exterior (exportaciones e importaciones) fue de 0,3 puntos.
Los datos para el conjunto del año reflejan el dinamismo del consumo de los hogares, que creció el 2,4 %, y de la inversión, con un avance del 5 %, que en el caso de la inversión en bienes de equipo llegó al 6,1%, mientras que en la construcción fue del 4,6%.
Las exportaciones aumentaron un 5%, mientras que las importaciones crecieron casi al mismo ritmo, el 4,7 %. El detalle de la contabilidad nacional española muestra un crecimiento del 0,7% en el cuarto trimestre, en el que destaca el frenazo del sector exterior, en especial de las importaciones.
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El empleo aumentó a un ritmo del 2,9% interanual, lo que supone la generación de aproximadamente 506.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
Los datos de crecimiento económico de España coincide con las previsiones de la Unión Europea, que en noviembre del pasado año fijó un crecimiento del 3,1% en 2017 y del 2,5% en 2018.