PARA el economista Osvaldo Rosales, experto en temas de comercio internacional, considerando que encabezó la Direcon y también dirigió la división de Comercio Internacional e Integración de CEPAL, un incremento en las medidas proteccionistas por parte de EEUU, podrían afectar directamente el crecimiento de la economía chilena. Por ello, advierte la necesidad de elevar el PIB potencial. Asimismo, tal como hiciera cuando era jefe programático del ex candidato presidencial, Alejandro Guillier, defiende el aumento de la carga tributaria de la última reforma, y descarta que una rebaja a la tasa corporativa implique un salto en la inversión.
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¿Qué tan preocupante es, a su juicio, el destape de la guerra comercial entre EEUU y China?
-Esto empaña la recuperación sincronizada que está teniendo la economía mundial. Hay que considerar que EEUU ha decidido atacar a China con una batería de medidas, y algunas aún no entran en vigor. Esto sumado al paquete de impulso fiscal, va a aumentar la demanda por bienes nacionales e importados, y por ende también el déficit comercial. Si cerca de la elección de noviembre el déficit comercial sigue aumentando, existe el riesgo de que Donald Trump incremente la presión proteccionista, y ahí sí que tendríamos una dificultad severa sobre la actividad económica mundial.
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En algún momento se habló se sectores chilenos que podrían sacar ventaja...
-Es posible que, en el corto plazo, si estas medidas llegasen a aplicarse, efectivamente se generen ventanas de oportunidad para algunos sectores. Pero no apostaría a grandes proyectos de inversión destinados a ampliar la capacidad productiva para aprovechar estas ventanas porque pueden ser muy transitorias.
Entonces, en el global, ¿efectivamente la concreción de la guerra comercial implicaría un sesgo a la baja en el crecimiento, como advirtió Hacienda?
-Dependiendo de cómo se comporte Trump, cómo reaccione la economía China, y si se diera la aplicación de las medidas que Trump ha mencionado, efectivamente más de un par de décimas del crecimiento de la economía mundial se verían afectadas. Y por esa vía también nos veríamos afectados por el lado del comercio, como economía abierta.
¿Qué hacer ante esa amenaza?
-Lo que acá importa es que la economía chilena pueda elevar el crecimiento potencial de una vez por todas. Y para ello no basta ni la estabilidad macroeconómica, ni ambiente de negocios, ni apertura comercial, ni buenos precios internacionales. El desafío es cómo endogeneizamos nuestra capacidad de crecimiento, y eso requiere más innovación, mas productividad, reasignar recursos hacia actividades con mayor potencial, y generar nuevos motores de crecimiento. Los sectores tradicionales ya no nos permiten crecer más allá de 3,5%.
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¿También se debe revisar el sistema tributario a su juicio?
-En una perspectiva de mediano plazo, en la medida en que el país va creciendo, y aunque a los neoliberales les disguste, la carga tributaria va creciendo, eso es inevitable. Cualquier análisis comparativo lo indica. Chile tiene una de las peores distribuciones de ingreso de la OCDE, y acá la distribución antes de impuestos es prácticamente idéntica a después de impuestos. O sea los impuestos no juegan ningún rol redistributivo en nuestro país. Alguien tendría que explicar en la derecha si los impuestos son solamente para recaudar, porque la política pública que genera integración social tiene que ser financiada por impuestos y que se recauden de manera progresiva.
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Pero, por ejemplo, una rebaja corporativa impulsaría la inversión y la creación de empleos...
-Martin Wolf catalogó la reforma tributaria de Trump como plutóctrata, es decir para los ricos. Dice que la participación de los beneficios a los ingresos del capital, se ha duplicado desde el 2000 sin ningún efecto en la inversión. Asimismo en el Reino Unido la tasa a las empresas ha caído de 32% a 15% y tampoco ha tenido efecto en la inversión. A estas alturas, esta discusión ya no es algo económico, sino que meramente ideológico.
¿Pero la teoría económica no dice que bajando la tasa corporativa sube la inversión?
-Hay una teoría, sí, y para ello se basan en la famosa curva del Laffer (teoría que muestra la relación entre tasas impositivas y recaudación fiscal), pero resulta que esa curva del Laffer no ha mostrado su validez empírica.
El presidente de Sofofa dijo hace un mes que sería una señal que reactivaría la inversión en forma inmediata.
-Los planes de inversión que aparecen en la prensa actualmente, se están dando sin ningún cambio en los impuestos, se están dando por un cambio en el ciclo externo y porque la recuperación mundial y en el precio del cobre genera un salto en la inversión minera. Y así, luego de ello, se dinamiza la economía, sin ningún cambio tributario. Insisto, decir que por dos puntos menos, en un sistema bastante desintegrado, la inversión va a dar un salto, es poco serio.
¿Entonces no sería una ventaja para los inversionistas?
-En teoría claro, si uno tiene impuestos altísimos y los baja, tendrá un efecto sobre la inversión, pero esas personas tendrían que demostrar primero que la carga tributaria es tan agobiante sobre las empresas chilenas, que no logran invertir y por lo tanto aliviándolos de esa pesada e insoportable mochila van a invertir más. Pero si me dicen que van a bajar del 27% al 25% la verdad es que los números no calzan. La experiencia muestra que en Europa y EEUU esa rebajas tributarias no van de la mano con saltos súbitos de la inversión. Además, a uno le enseñaron en la escuela de economía que un proyecto de inversión que solo alcanza su rentabilidad por razones tributarias, no es un buen proyecto.
¿Cómo cree que se debería compensar esa eventual rebaja, considerando que desde Hacienda anticipan que la reforma será neutra?
-El gobierno tiene un problema ahí. Tiene que cerrar una brecha de en torno a 0,3% y 0,4% del PIB, o sea entre US$750 y US$800 millones y además los ajustes que prometió en campaña para financiar su programa. Y todavía no conocemos lo que en términos prácticos sería eso mientras que lo restante vendría por crecimiento. Entonces, por ajustes, llegar a eso, no hay por dónde. Sin duda los ajustes anunciados son una buena señal, son medidas que habría tomado cualquier gobierno y también estaba en nuestro programa, tal como también estaba la oficina de grandes proyectos de inversión.