En su propia cruzada está por estos días Patricio Arrau: lograr un consenso nacional para realizar una nueva reforma tributaria. Cree que su recorrido profesional y político le permiten ser un puente en esta materia. Fue asesor del ministro Alejandro Foxley en el gobierno del presidente Aylwin, y un histórico técnico de la Concertación. Militó en el PPD hasta que renunció en 2007, pues el partido había perdido su lado liberal económico, dice. En 2012 se vinculó a la candidatura presidencial de Andrés Velasco y es miembro fundador del partido Ciudadanos. Junto a otros miembros de ese partido apoyó a Sebastián Piñera en la última elección. En esta entrevista llama a los economistas de lado a lado para llegar a un gran acuerdo nacional para reformar el esquema tributario, que estima crucial. "Este año la actividad crecerá entre 3,5% y 4%, ayudado por las expectativas positivas y el viento de cola externo, que impulsarán la inversión. Si se forjan acuerdos, incluido un acuerdo tributario, el crecimiento puede estar entre 4% y 5% el resto del gobierno del Presidente Piñera".
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La discusión en materia tributaria está sobre la mesa. ¿Es necesaria una nueva reforma tributaria?
-Absolutamente, la reforma de 2014 no quedó bien, no es el marco que Chile necesita para los próximos 20 años. Es imprescindible y necesario que revisemos y simplifiquemos ese marco tributario. Hay que corregir y simplificar varias imperfecciones, pero también debemos preguntarnos si el sistema semiintegrado es lo que queremos. Para mí es un sistema injusto, que genera una odiosa inequidad horizontal. Si buscamos equidad debemos volver a integrar. Asimismo, hay un tema nuevo. Las tasa de impuestos a las empresas han estado bajando en el resto del mundo. Si EEUU tiene 21%, China un 20% e Inglaterra un 19%, ¿puede Chile mantenerse gravando la inversión al 27%? Creo que no.
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Tengamos ese debate, de cara a la ciudadanía, a todos los sectores de la sociedad, con buenos datos, dejando los prejuicios mutuos, con altura de miras. Chile se lo merece.
Pero la oposición formó un frente anti reformas, siendo uno el tributario, y su postura es clara: no integrar el sistema y no bajar la tasa a 25%.
-No lo veo así. Estuve el lunes pasado en el seminario que organizó el presidente del Senado en el ex Congreso en Santiago. Escuché a mis colegas, con quienes compartí la misma vereda en la época de la Concertación. Allí se reafirmaron varios principios que yo comparto. Me parece natural que se estén organizando para enfrentar el debate. Creo que hay ansiedad, pues piensan que la reforma tributaria del Presidente Piñera viene a borrar todo lo avanzado en la reforma de 2014, pero no creo que sea así. No conozco qué está haciendo el gobierno, pero sí he participado en la propuesta del grupo de la CPC que dirige Soledad Recabarren. Allí hay varios elementos que pueden ser puntos de encuentro entre gobierno y oposición.
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¿Qué principios comunes?
-En primer lugar comparto con mis colegas de oposición que es necesario reafirmar y recaudar los 3 puntos del PIB extra que se propuso la reforma de 2014, subir la carga del 18% del PIB al 21% del PIB. Las necesidades sociales son muchas y ello es necesario. Por ello, cualquier rebaja de impuestos debe estar compensada en la carga tributaria. Segundo, comparto que antes de 2014 los forados de evasión y elusión eran muy grandes. La reforma cerró los forados-como retiros en exceso, reestructuraciones empresariales elusivas, carry-back propio-. Hay que seguir cerrando algunas rendijas que quedan. También comparto que se requiere una Norma Antielusión. Es un ingrediente para que los que tienen más paguen más. También me gusta cómo quedó al artículo 14 ter, que además es un régimen integrado y atribuido pata las pymes. Todos estos puntos de encuentro están en la propuesta que ha trabajado la CPC.
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¿Qué pasaría si no hay acuerdo?
-Un acuerdo tributario es posible y también necesario. El marco tributario no está consensuado, no es lo que necesita Chile para los próximos 20 años. En la aldea global que tenemos y con el proyecto de desarrollo de Chile, no podemos tener esta brecha de tasas corporativas con los más importantes socios comerciales. Se corre el riesgo de desviar utilidades e inversión al exterior.
¿Cómo se pueden acercar posiciones tan encontradas?
-Debatiendo y deliberando abiertamente y con honestidad. Dejando los prejuicio. Se trata de un debate muy complejo y a veces muy técnico. Hay muy buenos técnicos en ambos lados. Descubriremos que nadie busca volver a la elusión, que todos queremos que los contribuyentes de tasas más altas paguen más, que queremos seguir cerrando rendijas. En el debate integración versus desintegración entremos a picar de verdad con buenos números en la mano. Creo que descubriremos que volver a integrar no es caro, no cuesta los US$600 millones que andan diciendo por ahí. Menos, con el impuesto sustitutivo al FUT que dejó pagados y tributados US$32 mil millones para los próximos años. Al terminar el ejercicio tributario 2018 el próximo lunes tendremos interesantes números para debatir con sustento. Ahí, ideal que Hacienda dé información.
¿Esta es una disputa política más que económica?
-Es política, pero los técnicos de ambos lados podemos ayudar mucho a que el proceso de deliberación y debate en el Congreso sea sustantivo. Podemos ayudar a cerrar las brechas de sospecha y desconfianza.
Rodrigo Valdés, Alejandro Micco y Ricardo Lagos están liderando estas materias en la oposición, ¿ha hablado con ellos?
-Me he tomado algunos cafés por ahí y veo que ellos están esperando saber qué hará el gobierno. Por mientras reafirmando algunos principios que inspiraron la reforma del año 2014, como decía.
¿Este acuerdo nacional que usted plantea no corre el riesgo a terminar como la última Comisión Bravo, con dos recomendaciones porque no llegaron a acuerdo?
-No lo veo así. El acuerdo tributario del Presidente Aylwin se forjó por la buena voluntad de gobierno y oposición de entonces para llegar a un acuerdo. Eso mismo puede ocurrir acá. Los técnicos debemos colaborar, teniendo en mente que se requiere un acuerdo, pues en caso contrario no habrá reforma.
"Estamos honrados con el nombramiento de Sichel en Corfo"
Patricio Arrau apoyó públicamente a Sebastián Piñera, siendo un histórico técnico de la Concertación. Su juicio de lo realizado por el gobierno en materia económica hasta el momento es positivo. "Me ha gustado mucho. Junto a otros miembros de Ciudadanos apoyamos públicamente a Sebastián Piñera porque nos gusta su programa económico y social. Como he dicho antes, bien podría ser un programa de la ex Concertación.
Además, la instalación ha enfatizado grandes acuerdos nacionales, lo que Chile necesita. Como liberales que somos, todo el debate liberal interesante ocurre en la vecindad de Chile Vamos, cerca de Evópoli, con quienes nos sentimos muy cerca. El debate intelectual liberal entre los centros de estudios es también interesante. Creemos que se puede producir una convergencia liberal en estos años. Apoyamos al Presidente Piñera pues nos rememora la moderación y gradualismo de la época de la Concertación, donde venimos muchos. El país se encontraba en un choque de modelos en esta campaña, una transformación capitalista inclusiva versus una transformación socialista refundacional. Nosotros estamos con la primera.
El aterrizaje de Ciudadanos al gobierno lo tiene particularmente optimista. "Honrados de que el Presidente Piñera haya nombrado a Sebastián Sichel en Corfo y a Paola Assael en BancoEstado. Es un voto de confianza que agradecemos, pues creemos que podemos contribuir al éxito del gobierno y, por ende, de Chile.