El gobierno de Estados Unidos condenó enérgicamente este lunes el ataque químico contra un ex espía ruso en Gran Bretaña, evento que clasificó como "un escándalo".

"El uso de un agente nervioso letal contra ciudadanos británicos en suelo británico es un escándalo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. "El ataque fue temerario, indiscriminado e irresponsable", agregó.