Los padres fundadores de Estados Unidos usualmente estaban cautelosos de los compromisos militares extranjeros pero entusiastas acerca del comercio internacional. Si bien la política exterior moderna de Estados Unidos los pudo haber complicado, ellos habrían descubierto que su economía estaba en mucho mejor forma.
Durante las últimas dos décadas, Estados Unidos se ha vuelto mucho más integrado con el resto de la economía mundial. Este cambio ha traído grandes beneficios, en términos de diversificación de las empresas estadounidenses y acceso a economías emergentes de más rápido crecimiento, los incrementos en la productividad gracias a la mayor especialización, y el auge de la innovación creados por mercados más grandes y mayor competencia.
Sin embargo, a medida que Europa se hunde en otra crisis, y crecen los temores acerca de la desaceleración en China y en otras economías emergentes, los lazos de Estados Unidos con el resto del mundo están empezando a verse como restricciones más que como apoyos.
La mayor integración de la economía mundial fue un factor central en la crisis global sincronizada de 2007-09. El panorama para la economía de Estados Unidos, la mayor del mundo, es importante para todos los otros países. Pero lo mismo ha vuelto cada vez más dependiente a Estados Unidos respecto del resto del mundo.
Con la tasa de desempleo muy elevada, la internacionalización de la economía estadounidense también se está convirtiendo en un tema central para la elección presidencial de noviembre. El equipo del presidente Obama ha estado atacando a Mitt Romney, el rival republicano, por haber "enviado los empleos al exterior" mientras trabajaba en Bain Capital.
Tradicionalmente, Estados Unidos ha sido visto como una economía relativamente cerrada, pero eso es cada vez menos cierto.
Desde fines del siglo 20, se ha vuelto significativamente más abierto en prácticamente todas las medidas. Cuando la globalización se convirtió en un tema clave en los '90, a menudo pareció estar afectando sólo a los países pobres y a los ex miembros de la Unión Soviética. Sin embargo, Estados Unidos se estaba globalizando al mismo tiempo.
La medida más simple de apertura económica -exportaciones e importaciones como porción del PIB- es de cerca de 30%, en línea con el promedio global. Ha subido cerca de 10 puntos porcentuales durante las últimas dos décadas.
Eso no sólo se debe a una ampliación del déficit comercial: las exportaciones así como las importaciones han subido.
Algunas de las medidas de integración financiera son incluso más sorprendentes. El préstamo bancario, la propiedad de valores estadounidenses y las ganancias y activos de las empresas, ahora son significativamente más internacionales de lo que fueron.
La inversión extranjera directa y las adquisiciones- tanto dentro del país como fuera- de Estados Unidos pasan por un auge. También ha habido un aumento en la inmigración casi al nivel del gran influjo de personas entre 1860-1920.
La energía es un área donde Estados Unidos se ha desconectado levemente con respecto al resto del mundo, a medida que el auge del shale gas y la producción petrolera ha provocado una caída en las importaciones.
Pero incluso aquí, Estados Unidos sigue ligado al resto de la economía mundial y probablemente lo va a hacer más. El petróleo es un mercado global, de manera que el precio se establece principalmente por equilibrio internacional de oferta y demanda.
Hay 12% de descuento por crudo local estadounidense en comparación con los precios internacionales, debido a que la reducida capacidad de los oleoductos creó cuellos de botella, pero esta brecha probablemente se cerrará durante el tiempo.
A medida que los lazos económicos entre Estados Unidos y el resto del mundo se estrechan, las consecuencias son complejas y difíciles de desenmarañar. Es más probable que las economías que tienen más comercio entre ellas caigan en recesión y se recuperen juntas, pero algunas de las implicancias de la integración del mercado de capitales podrían funcionar de otra manera. Si una desaceleración en Europa y Asia hace que los flujos de capital avancen hacia Estados Unidos, por ejemplo, esto podría ayudar a apoyar el crecimiento económico estadounidense.
En resumen, la mayor integración económica parece incrementar la sincronización de los ciclos económicos de los países. La última evidencia de Estados Unidos, incluyendo la debilidad de las bolsas durante los últimos tres meses, la peor producción manufacturera y una caída en las exportaciones en abril, podrían ser señales tempranas del impacto de los últimos problemas en Europa y Asia.
En un mundo turbulento, la posibilidad de un Estados Unidos autodependiente es un pensamiento cómodo para muchos estadounidenses. Pero parece cada vez menos probable.
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© The Financial Times Ltd, 2011.
Debes saber
¿Qué ha pasado?
Durante las últimas dos décadas, Estados Unidos se ha vuelto mucho más integrado con el resto de la economía mundial.
¿Qué ha significado este cambio?
Este cambio ha traído grandes beneficios en términos de diversificación y acceso a economías emergentes de más rápido crecimiento.
¿Cuáles son los problemas de esta integración?
En momentos de crisis, los lazos de EEUU con el resto del mundo están empezando a verse más como restricciones que como apoyos.