Algo más de cuatro meses han pasado desde que Ripley anunciara el acuerdo para el ingreso de la cadena de retail Puerto de Liverpool a su propiedad. Si bien se esperaba que la operación se concretara durante este año, el retraso en las autorizaciones por parte de la Superintendencia de Bancos podría demorar el deal para 2017. A la demora se suma otro cambio inesperado en el escenario: el desplome de la moneda mexicana tras la elección del candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump.

Desde el anuncio del acuerdo, la moneda azteca se ha depreciado 9,44% respecto del peso chileno, lo que implica un encarecimiento de la transacción en la misma proporción. El acuerdo implica que Liverpool lanzará una OPA por el 100% de Ripley, la cual se declarará exitosa al adquirir el 25%, a un precio de $420 por papel.

Si al 5 de julio el porcentaje a adquirir como mínimo por Liverpool implicaba un desembolso de 5.766 millones de pesos mexicanos (unos US$313 millones), al viernes, la cifra había subido a 6.335 millones de pesos mexicanos.

La transacción estaba pensada para dar una opción de salida a las hermanas Calderón Kohon, primas de los controladores, quienes tienen en la actualidad un 12,5% del retailer. Sin embargo, el valor ofrecido  no las dejó  satisfechas, razón que ha gatillado una serie de interrogantes respecto de una eventual alza en la oferta. No obstante, no pocos indican que la propia depreciación del peso mexicano pone un techo a la hora de elevar el precio a pagar por papel.

Anunciadoel 5 de julio, el acuerdo implica que una vez recibida la autorización de la Super de Bancos, Liverpool lanzará la OPA dentro de los 10 días siguientes. El visto bueno dará inicio, además, a un período de negociación entre los controladores (Calderón Volochinsky) y sus primas por el valor a pagar por sus acciones.

Hasta el jueves, los mexicanos no había enviado la petición del información que el regulador solicitó durante los primeros días de octubre (pidió el permiso la segunda semana de agosto).