Lograr que los bosques del mundo satisfagan las necesidades sociales, medioambientales y económicas de las generaciones presentes sin comprometer el futuro. Con ese fin se creó la Plataforma Nueva Generación de Plantaciones (NGP por su sigla en inglés), una iniciativa internacional impulsada por World Wildlife Fund (WWF), que promueve una nueva forma de diseñar y manejar las plantaciones con el fin de mantener la integridad de los ecosistemas y conservar la biodiversidad. En marzo, se realizará la reunión anual de esta iniciativa en nuestro país.

El tema no es menor para Chile, si se considera que el sector forestal aporta en torno al 2,5% del PIB. Según la Corporación Chilena de la Madera (Corma), el 21,4% de la superficie total de nuestro país está cubierta por bosques, de los cuales el 85% son naturales y el 15%, plantaciones.

NGP congrega a empresas, gobiernos y varias ONG y se concibe como un espacio para intercambiar experiencias y discutir sobre el manejo de las plantaciones, a través de casos concretos. Además de influir para que empresas y gobiernos tomen decisiones ambiental y socialmente responsables en la gestión de las plantaciones. Su metodología se basa en cuatro principios: conservación, integridad de los ecosistemas, comunidades y desarrollo económico.

La importancia de una instancia como ésta radica en que “en muchos lugares del planeta, las plantaciones han tenido y continúan teniendo impactos negativos en los ecosistemas forestales y la biodiversidad, así como sobre los derechos y medios de subsistencia de comunidades indígenas y locales”, señala Cecilia Alcoreza, coordinadora de Bosques de WWF Chile. Lo que se busca con el encuentro mundial en Chile, es “influenciar al sector forestal para establecer una nueva generación de plantaciones que beneficie a las personas y la naturaleza, que contribuya con el bienestar local de las comunidades y que trabaje en armonía con los ecosistemas”.

NGP cuenta con el apoyo de instituciones relevantes como el Servicio Forestal del Gobierno de China, Mondi (Sudáfrica), SFI (Malasia), Portucel (Portugal), UPM (Finlandia), y el Servicio Forestal del Gobierno de Reino Unido, entre otros. La iniciativa en nuestro país la lidera Masisa, CMPC y Arauco como representantes del mundo privado. “Nos integramos porque la plataforma está compuesta por un grupo de empresas relevantes a nivel mundial, lo que permite compartir buenas prácticas forestales y, de alguna manera, la posibilidad de ir revisando y discutiendo distintas iniciativas que se están aplicando en diferentes latitudes en temas de plantaciones, comunidades, agua y paisaje”, dice Rafael Correa, gerente de medioambiente de CMPC Forestal.

Pero para ser parte de la plataforma es indispensable un compromiso con el medioambiente y la comunidad. De hecho, las primeras dos organizaciones en adherir (Masisa y CMPC) tienen la certificación FSC que establece que sus bosques son bien gestionados, proporcionando beneficios ambientales, sociales y económicos. “En Arauco hemos realizado más de 60 cambios en nuestras prácticas operacionales en los últimos tres años, las que contemplan, por ejemplo, ampliar las áreas de alto valor desde 3.000 a las 60.000 hectáreas que tenemos hoy, las que están definidas como áreas de alto valor de conservación”, sostiene Ricardo Schaffner, gerente de desarrollo de medioambiente del área forestal en Arauco.

Plantaciones para las personas

La reunión anual de NGP se realizará entre el 16 y el 19 de marzo, donde se buscará compartir experiencias reales de prácticas sustentables en plantaciones forestales a nivel mundial e influir para que otros sigan estos ejemplos. Se realizará bajo el concepto general de “Plantaciones para las personas”, en la que representantes de comunidades afectadas por la industria forestal, tanto de Chile como de otros países, presentarán sus testimonios e inquietudes.

“Estar en la plataforma, básicamente tiene que ver con la línea de lo que para nosotros es sustentabilidad social y ambiental. Tiene que ver con la relación con los distintos stakeholders relevantes para el país”, asevera Schaffner.

Un punto en que coinciden tanto en la ONG como en el mundo privado, es que hoy nuestro país tiene un mercado forestal mucho más maduro. “Chile no es un gran plantador o forestador. Las tasas no son las mismas de hace 20 años atrás”, expresa Correa. Señala tambien que en la actualidad, los desafíos principales tienen que ver con la relación bosque-comunidad y cómo ésta es capaz de generar valor en el entorno. “Se está desarrollando un nivel de conciencia social y ambiental bastante fino. A través del tiempo, lo que irá repercutiendo para generar un modelo mucho más amigable en estas dimensiones”, enfatiza Correa.