Se ha debatido mucho respecto de cómo el sector agropecuario de nuestro país debe remontar la pérdida de competitividad. Vemos que entre las principales características de una industria competitiva, está la innovación. ¿Cómo combinamos estos elementos para impulsar una senda de desarrollo acelerado, que requerimos como país?
Consideremos al menos cuatro elementos claves que deben estar presente en esta ecuación: mano de obra capacitada, información para la toma de decisiones, tecnología adecuada y energía de menor costo y más sostenible. Pueden ser otras más, pero con este ejercicio sólo pretendemos aportar a una discusión necesaria y urgente, que la industria agropecuaria debe abordar.
Estamos frente a un desafío que requiere de innovación pura y simple. Y no es para genios creativos, sino para gente normal; para personas que se atreven, pero con método. ¿Por qué no probar y adoptar tecnologías que aún no se utilizan en nuestro sector? O ¿Por qué no aplicar procesos de innovación intencionalmente dirigidos?
Existen diversas propuestas metodológicas para aproximarse a los procesos de innovación, y son utilizadas efectivamente por empresas innovadoras que constituyen los ejemplos de excepción. Pero nos falta ver un esfuerzo más sistemático en nuestro sector, no importando el tamaño de la empresa, sino las ganas de hacerlo.
Necesitamos ser conscientes de que el futuro, si no lo labra cada uno de nosotros, será éste quien nos lleve por delante y determine nuestro porvenir. Para todos estos desafíos están disponibles fondos del Estado. Un ejemplo de ellos, son las distintas convocatorias que la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) ha abierto a lo largo del año.
Durante 2013, abrimos con gran éxito de postulaciones nuestra convocatoria nacional y diferentes concursos temáticos en regiones, entre los que destacan los relacionados con Energías Renovables no Convencionales (ERNC) y producción limpia.
Nuestro interés es fomentar la innovación en las regiones, preocupándonos por sus necesidades específicas y que los productores y empresarios busquen soluciones a problemas cotidianos. En suma, estimulándolos a que "se atrevan".
Director Ejecutivo de Fundación para la Innovación Agraria (FIA)