Un desconocido y activo rol ha tenido el director independiente Hernán Somerville al interior del directorio del holding Enersis.
Si bien sus votaciones para el Plan ENEL han estado alineadas con el controlador -considerando la operación beneficiosa para el interés social y aprobando el llamado a la junta de accionistas-, lo cierto es que más de una vez ha alzado la voz para cuestionar puntos de la operación.
Un ejemplo de ello es el directorio donde se acordó iniciar el análisis de la reorganización societaria tendiente a separar los activos de generación y distribución en Chile del resto de las actividades en Enersis en Sudamérica. Ahí, Somerville advirtió la necesidad de agregar una condición adiciona al plan: Las futuras Enersis Chile y Enersis Américas deben estar domiciliadas en Chile.
Esto, porque hay un compromiso arrastrado desde el aumento de capital de 2012 de ENEL de que todos sus negocios de energías convencionales de la región deben ser realizados a través de Enersis.
Dicha aprensión fue contestada por el mismísimo Francesco Starace, consejero delegado de ENEL y vicepresidente de Enersis, quien le aseguró que ambas empresas tendrán domicilio en Chile y cotizarán en la Bolsa de Santiago.
Además, al inicio de la operación se opuso -junto a Rafael Fernández- a que fuese la firma de abogados Cariola, Diez, Pérez Cotapos y Cía, los que asesoraran al directorio en la operación, por ser el mismo bufete de ENEL en Chile. Frente a esto, se optó por Philippi, Prietocarrizosa & Uría.
Adicionalmente, en noviembre -cuando se maquinaba el análisis fino de la operación- levantó sus dudas por los porcentajes de derecho a retiro en las tres compañías por ubicarse por sobre los límites convencionales de 3%-5%.