Un duro impasse tuvieron durante abril los directores independientes Rafael Fernández y Hernán Somerville por una publicación donde aparentemente el primero se refería al proceso y que decantó en una dura declaración escrita por parte de Fernández.
Tras una publicación de La Segunda donde Fernández se habría referido al proceso de reorganización, Somerville le recordó la privacidad de los acuerdos al interior del directorio y solicitó que el fiscal leyera nuevamente de manera pública las normas que rigen al interior de las empresas.
Si bien el tema se dejó ahí, los roces derivaron en un conflicto mayor: la negativa por parte de Fernández de permitir que se dejara constancia de la presencia del vicepresidente Borja Prado, quien por razones de diferencia horaria con España no podía conectarse a la sesión, solicitud que sí fue acogida por Hernán Somerville.
Tras el intercambio, Fernández escribió una carta de puño y letra que decía: “Respecto a mis dichos referidos a la ausencia del director Borja Prado y el frustrado intento de hacerlo pasar por presente sostengo: el presidente propuso incorporarlo como presente y la mayoría del directorio aprobó. Mis palabras fueron ante este hecho: ’con todas las acusaciones que he recibido del señor Somerville, exijo que se cumplan todas las formalidades de la ley’. No comparto esto. El señor Borja Prado no está presente, y no estoy de acuerdo, ni dispuesto a tolerar amenazas que no corresponden”.
La disputa, se dio el mismo día en que ENEL envió un comunicado que se refería a la conveniencia de que los directorios de Enersis, Endesa y Chilectra inicien un análisis para un eventual proceso de reorganización.