Según la RAE, la ingeniería “es toda aplicación de las ciencias físicas, químicas y matemáticas, de la técnica industrial y en general, del ingenio humano, a la utilización e invención sobre la materia”.

Por otro lado, el término “sustentabilidad”, dice relación con un desarrollo armónico del hombre y su entorno. De alguna forma, es una serie de procesos que realiza una sociedad para utilizar sus recursos de forma responsable, sin que su explotación signifique el término de estos recursos para el futuro.

Tomando en cuenta ambas terminologías, es fácil concluir que la ingeniería cumple un rol fundamental para el desarrollo sustentable, especialmente desde el punto de vista de la creación de tecnologías y técnicas para resolver problemas como la eficiencia energética, protección del medioambiente y ciertos modelos económicos que nos lleven hacia una sociedad más responsable. No por un tema ideológico, sino por un tema lógico. Si no se cuidan los recursos, el mundo y nuestra forma de vivir se pueden ver realmente amenazadas.

Todo esto se ve muy bonito en el papel, pero en la práctica, la ingeniería  ha tenido focos bastante distintos al sustentable. Las primeras civilizaciones humanas estaban enfocadas a resolver necesidades básicas como el manejo del agua, el uso de la tierra y al desarrollo de mega estructuras como templos, pirámides y palacios. Con los siglos, se especializó,  transformándose en un factor imprescindible para el desarrollo económico y social. La Revolución Industrial trajo un nuevo aire a la ingeniería que tuvo un lado positivo y otro negativo. Se lograron grandiosos avances en todas las disciplinas, pero a la vez se produjo un serio desmedro de los recursos naturales. Las ciudades se transformaron y, en muchas ocasiones, depredaron zonas que jamás se recuperarán, como el Mar de Aral en Asia.

Pero no todo fue tan negro. Siempre hubo focos que hablaban de una ingeniería sustentable y con la llegada de la segunda mitad del Siglo XX, la necesidad de cuajar desarrollo con el entorno si hizo cada vez más evidente. Y la ingeniería tuvo nuevamente varias respuestas. Temas como la eficiencia energética y  las ERNC, comenzaron a ser una prioridad para la ingeniería.

Los gobiernos también están en el mismo camino. A principios de diciembre de 2015 se llevará a cabo en París uno de los encuentros mundiales más importantes en materia de cambio climático: La COP 21. Y la meta de esta reunión es clara: Lograr que la temperatura del planeta suba menos de 2 grados Celsius. Es una tarea desafiante, donde los ingenieros podemos ayudar bastante a cumplirla.

Cómo logramos desarrollarnos con eficiencia,  utilizando tecnologías que permitan administrar nuestros recursos sin comprometerlos no es un tema de moda. Es un problema a resolver y, justament,  eso es lo que tratamos de hacer los ingenieros.

*Consejero Nacional Colegio de Ingenieros de Chile.