Con terno oscuro, corbata morada y calcetines verdes, Guido Girardi lleva 18 años recorriendo los pasillos del Congreso. Primero como diputado por tres períodos y luego como senador, el parlamentario por la región Metropolitana Poniente forma parte de los "históricos" de la Concertación desde la vuelta a la democracia.

Delantal blanco en mano y cientos de fiscalizaciones a restaurantes y fábricas de alimentos, Girardi se hizo famoso a principio de los '90 como director del Servicio de Salud Metropolitano de Ambiente (Sesma), desde donde inició una exitosa carrera que le permitió ser elegido en 1993 como diputado por Cerro Navia, Quinta Normal y Lo Prado con la mayoría más alta a nivel nacional.  Así, dio inicio a una vida parlamentaria marcada por las polémicas tanto dentro como fuera del hemiciclo.

Con cinco elecciones corridas y cuatro de ellas ganadas, el senador PPD es considerado como uno de los mayores operadores políticos de la Concertación. Querido y odiado, nadie discute el rol fiscalizador que Girardi ha cultivado durante su carrera política, la que está centrada principalmente en temas de salud y medio ambiente. En 1997 estuvo más de un mes en coma luego de chocar de frente a un camión. ¿La razón?, llegar con rapidez a una fiscalización de contaminación en el Lago Rapel, lo que le costó un riñón y la reconstrucción casi completa de su mano izquierda.

Desde 1994 a la fecha, Girardi ha presentado 117 proyectos de ley, siendo la prohibición del cheque en garantía uno de los más recordados durante su paso por la Cámara. Fue desde su rol como diputado donde protagonizó su primera gran polémica, conocida y recordada como "el caso cartas", donde junto a Adriana Muñoz (PPD), quien por esa fecha era la presidenta de la corporación, enviara más de 24 mil cartas a militantes de su partido para promover su candidatura en las elecciones internas de la colectividad, por una cifra cerca a los $24 millones.

Pese a que muchos dieron por muerta su popularidad, su carrera política y su credibilidad, Girardi continuó con su trabajo en el Congreso  y tres años después, en 2005, fue reelegido, esta vez como senador y con la primera mayoría de su distrito, superando por más de 180 mil votos a su contrincante, Jovino Novoa (UDI). Cinco años después ejerció el segundo cargo más importante del país: presidente del Senado.

Desde la cámara alta, con un 88% de asistencia a las sesiones, Girardi ha continuado con su agenda ligada a la salud y medio ambiente, temas que son de su interés desde la juventud; primero como estudiante de medicina y luego como miembro de agrupaciones ecologistas. Así, suma una alta lista de proyectos que apuntan al resguardo de iceberg, legislaciones en torno al consumo de tabaco, regulación de alimentos, derechos de usos de agua potable, cuidado de la capa de ozono, normativas para vertederos y basurales, cambios al sistema de salud, donación de órganos, entre otros.

Además de estos temas, el senador ha promovido de manera constante una agenda valórica progresista, presentando proyectos de despenalización del aborto, uso de métodos anticonceptivos, derecho de vida en pareja para homesexuales, además de ser uno de los impulsores de la ley de divorcio en el país. Temas que le produjeron más de algún enfrentamiento con sus compañeros de coalición de la DC.

En materias legislativas, sus cercanos aseguran que es un voto difícil de conseguir si es que no considera bueno un proyecto, independiente del sector político que promueva la iniciativa. Uno de los casos más recordados es la tramitación del Plan Auge en el gobierno de Ricardo Lagos, donde Girardi, pese a estar a favor de la iniciativa, se abstuvo luego de que el Ejecutivo optara por eliminar el Pilar Solidario como forma de conseguir los votos de la Alianza para ser aprobado.

CAUDILLO DE SANTIAGO PONIENTE 
Un año después de ser elegido senador vuelve a la polémica, esta vez acusado de desvío de fondos de campaña por medio de facturas falsas de la empresa Publicam, ligada a su vez al fraude de ChileDeportes. Un año después, y luego de una férrea defensa por parte de sus más cercanos e incluso el anuncio de un tumor cerebral, el senador interviene en el cónclave PPD de septiembre de 2007 realizado en Punta Tralca donde asegura ser inocente de todos los cargos: "puedo venir acá con la frente en alto y decirles que lo que yo planteé hace un año atrás era la verdad". Ese mismo mes, el fiscal a cargo de la investigación, Iván Millán, informa que no hay suficiente información para formalizar a Girardi.

En su paso por ambas cámaras Girardi ha estado acompañado de "leales camaradas" y otros que ha dejado en el camino. Es el caso de su relación con Jorge Schaulsohn, con quien por problemas personales finalizaron su amistad de años, además de su quiebre con el ex senador Fernando Flores. Con los años, Girardi se ha convertido en el principal líder del PPD. Es así como muchos aseguran que el senador llegó a ser el caudillo de Santiago Poniente, donde su papá, hermana y más cercanos han tenido cargos en la zona.

Así, las acusaciones de clientelisimo en contra de Girardi vienen hace años por parte de personeros de los cuatro gobiernos de la Concertación. Sin embargo, muchos aseguran que "la máquina de Girardi" no parará. Por lo menos hasta conseguir lo que muchos creen que es su gran meta: ser presidente.