El miércoles pasado el planeta futbol nos sorprendió con el anuncio de retiro de Sir Alex Ferguson, el entrenador del multicampeón Manchester United, quien fuera su DT por casi 27 años. Bajo su mandato, el club ganó 38 títulos, convirtiéndose en el equipo más importante de Inglaterra y el tercero de mayor valor bursátil en el mundo.  Por lo mismo, la marca "Ferguson" y su liderazgo es mundialmente reconocido. De hecho, la Harvard Business School publicó recientemente un caso de estudio sobre su estilo de mando y los resultados del club.

Algunos puntos que pueden ser útiles para gerentes y managers del mundo corporativo:

1. Nunca muestres todas tus cartas. Es sabido que Ferguson nunca muestra la alineación de sus equipos previo a un partido para desconcertar a sus rivales. Traducido a los negocios: Puede ser útil esconder hasta el último momento la estrategia para lograr el éxito en un proyecto que requiere de diversas negociaciones previas.

2. No envíes a tus mejores hombres a todas las batallas. El DT debe saber administrar bien sus jugadores para ganar un campeonato. Ferguson en ocasiones opta por dejar a algunas de sus estrellas en la banca. Bien lo saben "chicharito" Hernández o Nani. Traducido a los negocios:  Un líder puede no utilizar a sus mejores elementos en determinadas acciones para no desgastarlos ni exponerlos, para luego utilizarlos en las situaciones que determine pertinente.

3. Acepta los defectos de tu gente.Ferguson considera que posee excelentes jugadores pero que también tienen varios defectos, los cuales llegan incluso a afectar el desempeño del equipo. Hay que saber aprovecharlo a su favor: "Hay algunos jugadores que tienen cierta maldad (...) Si tiene oportunidad hará algo malo, incluso en los entrenamientos. ¿Puedo quitarle esto? No. ¿Quiero quitárselo? No. Si le quito la agresividad, dejará de ser él". Traducido a los negocios:  Suele ocurrir que hay eficientes managers que poseen cierta rudeza en su comportamiento y que no son los más queridos de la oficina, pero un buen líder puede aceptar estos defectos, siempre y cuando sean compensados por otras virtudes del colaborador en cuestión.

4. Balancea el corto, el mediano y el largo plazo. El Manchester juega varios torneos simultáneos durante el año y el entrenador además debe planear los cambios estratégicos necesarios para los años venideros. "Yo creo que es importante construir una estructura para un club de futbol, no sólo un equipo y por eso siempre busco impulsar a jóvenes talentos". Traducido a los negocios:  Quien encabeza una organización podría no sólo pensar en las decisiones que le darán buenos resultados y popularidad en el corto plazo, sino también tener la vista puesta en los logros que puede conseguir su organización sin su presencia, en el futuro, promoviendo próximas generaciones.

*El autor es Director Ejecutivo Alta Comunicación

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