Las acciones estadounidenses se ven muy caras. ¿Están en una burbuja? El S&P 500 avanzó casi dos tercios desde septiembre de 2011, un período en que las ganancias de sus empresas solamente subieron 18%. Es fácil ver por qué muchos temen que el mercado optimista haya ido muy lejos.
Pero pocos creen que una caída del mercado sea inminente. En cambio, se habla de una potencial "fusión" en que las acciones generan una burbuja que eventualmente explota. Jeremy Grantham, fundador del grupo de gestión de fondos GMO en Boston, dice que "el mercado estadounidense, especialmente el que no es de empresas premium, seguirá subiendo, tal vez 20%-30% en el próximo año, o más probablemente dos años, con el resto del mundo, incluyendo valores de mercados emergentes, ganando más terreno en al menos un alcance parcial. Y entonces tendremos la tercera de una serie de explosiones de mercado desde 1999".
¿Por qué existe esa creencia en un mercado optimista longevo? Primero, los rendimientos de bonos siguen históricamente bajos, con los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años en apenas 3%. Cuando los rendimientos son bajos es justificable pagar un múltiplo más alto por acciones, porque el crédito más barato hace que sea más fácil para las empresas ganar dinero. Pagar más por acciones también parece más apetecible cuando los rendimientos de bonos son bajos.
Más aún, no hay evidencia de que los inversionistas se estén sobre excitando, como lo hacen normalmente hacia el fin de una burbuja. La encuesta semanal a los miembros de la American Association of Individual Investors, ha sido por mucho tiempo un confiable indicador inconformista. Cuando altos números dicen que están optimistas, generalmente es un buen momento para vender. Cuando la mayoría son pesimistas (el récord para este indicador fue la segunda semana de marzo de 2009, cuando la desesperación fue total y el actual mercado optimista partió) es un buen momento para comprar. Hoy, 47% se considera a sí mismos optimistas y 25% pesimista, número bastante lejos de un extremo de optimismo.
Sin embargo, las acciones están sin duda con precios excesivos. El múltiplo ajustado cíclicamente precio/ganancias de Robert Shiller (Cape, en inglés), considerado por mucho tiempo como un indicador confiable de valor a largo plazo, está ahora a un nivel en que el mercado alcanzó un peak antes que los mercados optimistas varias veces en el pasado. No obstante, sigue bajo los niveles que alcanzó durante verdaderas "burbujas" como la manía puntocom. Lo mismo es verdad para el "Tobin's q", que compara precios de acciones con el valor de reemplazo total de activos corporativos.
Además, los márgenes de ganancias están en un máximo histórico y con el tiempo han mostrado una fuerte tendencia a revertir la media histórica. La combinación de altas valoraciones para utilidades que se benefician de márgenes cíclicamente altos sugiere un mercado sobrevalorado.
¿Por qué, entonces, los corredores están pidiendo precios más altos en 2014 o incluso una "fusión"?
Chris Watling de Longview Economics en Londres dice que las valorizaciones de acciones de EEUU están indudablemente "llenas", pero que no son más caras que cuando Alan Greenspan, entonces presidente de la Fed, intentó calmar el mercado de valores advirtiendo de una "exuberancia irracional" en diciembre de 1996. Entonces, siguió un mercado optimista por tres años más y se transformó en una burbuja épica antes de poner finalmente reversa. "Mi suposición es que el mercado estadounidense conseguirá ser más caro, tal vez 20%-30% el próximo año o el siguiente".
Será clave la temporada en que las firmes anuncien sus ganancias para todo el año.
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