Las elecciones de Estados Unidos están tan reñidas en este minuto que el ganador probablemente se decidirá en Ohio, el “swing state”, o estado indeciso, clave.
¿Por qué es tan importante? Primero, porque ningún candidato ha logrado la presidencia sin llevarse la mayoría en este estado al centro del país. Segundo, porque es uno de los que tiene más votos electorales (18). Y tercero, porque aquí, a diferencia de muchos otros estados, cualquiera de los dos candidatos podría ganar.
En las últimas 48 horas se han dado a conocer siete encuestas. Todas ellas han dado como ganador a Obama. Así, el Partido Demócrata de Ohio está seguro de su triunfo, pero no deben dejar nada al azar.
“Nosotros sabemos todo. Quienes han votado (tempranamente, a través de voto ausente que se manda por correo), quienes van a votar y por quién van a votar”, explicó Chris Redfern, presidente del Partido Demócrata en Ohio, en una visita de PULSO a la sede en Columbus, Ohio.
No es algo fácil, sin embargo. Es un trabajo de 750 empleados a tiempo completo y decenas de miles de voluntarios. El sistema es así: miden a cada potencial votante en el estado con un ranking del 1 al 100, de menos a más probable de votar por Obama. Toman en cuenta en qué primarias han votado, si viven en estados con predominancia demócrata, si son mujeres, si fueron a la universidad, cuánto cuesta su casa, cuántos hijos tienen, con quién están casados, etc.
Después de eso, viene el trabajo intenso. Incentivar a los que tienen una nota cercana a 100 que vayan a votar. “Somos muy insistentes. Los llamamos, mandamos mails y hasta los vamos a buscar a sus casas el día de la votación”, dijo Jarid Kurtz, el vocero del Partido Demócrata en Ohio.