El negocio de conservación que seduce a la Patagonia




En Valle California no habrá canchas de golf. Aunque cada parcela cuesta a lo menos US$600 mil, quienes quieran invertir en estas tierras, lo harán no sólo porque accederán a unas 8 hectáreas de Patagonia, sino porque quieren preservar ese lugar en el largo plazo. Y una cancha de golf puede ser muy linda, pero el nivel de pesticidas que se requiere para su mantención no está permitido en este ecosistema que puso a la venta la empresa Patagonia Sur.

Así lo explica Pablo Allard, Decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo, director de Urbanica y miembro del directorio de Patagonia Sur. Él actúa como “rostro” de este proyecto y se encarga de enfatizar que éste no es un negocio inmobiliario. “Somos una empresa de conservación que hace desarrollo inmobiliario para poder conservar y no al revés. No somos una empresa inmobiliaria que ponga la conservación como un instrumento de marketing, sino al contrario”, dice.

Pero vamos por parte. ¿Qué es Patagonia Sur? “Es una organización que protege y desarrolla propiedades ecológicamente valiosas en la Patagonia chilena”, dice el sitio web. Allard dice que lo interesante es su modelo de negocios, donde hay ecoturismo, emisión de bonos de carbono a través de un programa de reforestación nativa, programas educacionales y de incentivo al desarrollo de las comunidades locales, e investigación científica. Y, venta de propiedades.

El gran gestor del proyecto es el norteamericano Warren Adams, que algunos comparan con Douglas Tompkins y, aunque suenan parecido, su gestión de conservación es distinta. “La propiedad es bastante más amplia que Warren Adams, pero él tuvo la visión que convocó a este grupo de personas y ha comprometido parte importante de su patrimonio personal en esto. Patagonia Sur es una sociedad de responsabilidad limitada y hay varios socios. La propiedad está distribuida entre propietarios chilenos, extranjeros, fondos de inversión y familias” sigue Allard.

El académico continúa la explicación: “es muy respetable lo que hace Doug Tompkins, pero lo suyo es filantropía y lo defiende a ultranza, pero el modelo de Patagonia Sur es completamente distinto. Compartimos ciertos valores, pero estamos abiertos a que la única manera de mantener estos lugares es desarrollándolos y no bloqueándolos al desarrollo, pero buscamos que ese desarrollo sea sustentable, muy limitado y condicionado a mantener y garantizar este patrimonio de la humanidad y reserva mundial de la biósfera como es la Patagonia”.

Eso es. Lo que Patagonia Sur quiere vender es parte de la propiedad y las responsabilidades de tener una reserva natural del planeta. Allard sabe que por US$600 mil se puede acceder a mucho más terreno en la Patagonia, o bien, se puede comprar 8 hectáreas por menos. Pero lo que él cree que hace la diferencia es el modelo de gestión que crearon y que están desarrollando en Chile por primera vez el concepto de servidumbre ecológica y que permite asegurar a sus propietarios, que las reglas del juego, así pasen los años, no cambiarán.

En este caso, del proyecto Valle California (uno de varios que está desarrollando Patagonia Sur), sólo el 7% del territorio total de 3.200 ha. podrá ocuparse. Y dentro de ese límite, además, sólo se podrán construir en total 25 casas o, si hay un solo comprador para hacer, por ejemplo, un hotel boutique, tendrá que tener un máximo de 5 mil metros cuadrados y un tope de habitaciones. También habrá desarrollo turístico, pero muy acotado, para pocas personas y con actividades ad hoc al lugar. Y, debido a que la servidumbre ecológica tiene peso legal, estas reglas no se pueden cambiar en el futuro.

“En Estados Unidos hay mucho de esto y hay una legislación que son los Land Trust. Lo que estamos haciendo, más que importar el modelo norteamericano, es que queremos desarrollar un modelo que esté acorde con la estructura legal chilena y probar que efectivamente es exitoso”, sigue Allard.

Ahora falta saber qué es un Land Trust. “Es estrictamente un Fideicomiso de Tierras, también llamadas zonas de conservación de la tierra”, explica Guillermo Donoso, agrónomo y académico de la UC, experto en economía del agua, economía de los recursos naturales, entre otros temas y miembro del Land Trust que se creó para efectos de Patagonia Sur. “En las últimas dos décadas es que los fideicomisos de tierras comenzaron a proliferar y que ahora forman uno de los movimientos de conservación de más rápido crecimiento y de mayor éxito en la historia estadounidense. El objetivo de los fideicomisos de conservación es preservar las zonas naturales sensibles, campos agrícolas, ranchos, fuentes de agua, los recursos para siempre. Algunos de estos incluyen organizaciones internacionales tales como The Nature Conservancy o World Land Trust, así como las organizaciones más pequeñas que operan a nivel nacional”.

Donoso explica luego cómo funciona esto en el caso chileno. “El fin del Land Trust es asegurar que los objetivos de conservación se cumplan para las propiedades de Patagonia Sur, por medio del establecimiento de servidumbres voluntarias con fines de conservación. Para esto, el directorio cuenta con atribuciones de fiscalización y monitoreo, según se establece en dichas servidumbres”.

Donoso participa además en el Consejo Asesor del Parque Karukinka, proyecto de conservación de 300.000 hectáreas en Tierra del Fuego a cargo de Wild Life Conservation Society. “A partir de esa experiencia y de mi desempeño académico en el área de la economía de los recursos naturales, fui invitado a formar parte de este Directorio del Land Trust”.

Actualmente, hay otros terrenos privados donde se desarrolla un trabajo de conservación y la mayoría de ellos se reúnen en Así Conserva Chile, pero según Allard, no cuentan con mecanismos que aseguren la conservación en el tiempo y ante los cambios de propiedad. Es ahí donde él piensa que el modelo que están desarrollando en Valle California pueda convertirse en uno útil para los demás interesados en conservación privada.

Debes saber

¿Qué ha pasado?
Patagonia Sur lanzó "Valle California", un proyecto inmobiliario de 3.200 hectáreas y que busca preservar la zona con la mínima intervención humana.

¿Por qué ha pasado?
Porque la conservación del medio ambiente en la que también pueden actuar privados. Y este modelo permite que además de conservar se haga negocio.

¿Qué consecuencias tiene?
Lo que se busca es proteger un ecosistema de importante valor para el país y el planeta.

¿Qué son los Land Trust?  
El surgimiento de los Land Trust o fideicomisos de tierra  son  una tendencia en alza que buscan asegurar que la conservación se cumpla. En Estados Unidos se dan bastante e incluso hay legislación al respecto.

Servicio de áreas protegidas

En enero del año pasado empezó el trámite legislativo de una ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, organismo que forma parte de la nueva institucionalidad ambiental. Entre los objetivos de la institución está la protección y conservación de diversidad biológica a lo largo del territorio nacional, incluyendo ecosistemas, especies, uso sustentable de bienes y la preservación de la naturaleza, especialmente de los que resulten ser únicos o escasos, con el fin de asegurar su permanencia y regeneración. Sin embargo, el proyecto aún se encuentra en proceso, actualmente se trabaja el proyecto en una comisión técnica de asesores. “El Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres es otra gran deuda pendiente que nos queda para completar la nueva institucionalidad ambiental. El objetivo de este organismo será velar por la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental, lo que permitirá proteger la diversidad de la flora y fauna de nuestro país. De esta manera, este servicio pretende mejorar la administración de nuestras áreas protegidas y la conservación de nuestra biodiversidad que hoy está repartida en diferentes servicios públicos”,  cuenta la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

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